¿Qué ocurre cuando la crítica literaria asume el lenguaje de su propio objeto? Es decir, cuando la crítica literaria utiliza los mismos recursos de las obras de ficción que analiza. Ese fue el punto de partida de la conferencia de Marcelo Villena Alvarado —ensayista, poeta y profesor de la carrera de Literatura de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)— con la que se abrió, la noche del miércoles, el Sexto Foro de Escritores Bolivianos organizado por el Centro Cultural y Pedagógico Simón I. Patiño de Cochabamba.
En la primera sesión del foro, a Villena le siguió Leonardo García Pabón —también poeta y profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Oregon, Estados Unidos—, quien hizo un amplio recorrido por la novela nacional de los siglos XIX y XX, siguiendo el rastro de algunos temas persistentes: el indigenismo, el mestizaje, las escenas de violación e incesto.
El tema de discusión planteado por el foro, que continuará hasta el viernes, es “Rupturas literarias en la novela boliviana del siglo XX”. En él participan también Luis H. Antezana J., Ana Rebeca Prada, Willy Muñoz y el expresidente de Bolivia Carlos Mesa Gisbert. Este viernes, los participantes tendrán un encuentro con estudiantes de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba y el sábado la actividad se cerrará con la Feria del Escritor Boliviano, en los jardines del Palacio Portales de la calle Potosí, al norte de la ciudad, en la que se anuncia la presencia de más de 50 escritores y escritoras.
En la jornada inaugural del foro, después de las palabras de circunstancia de la directora del Centro Patiño, Elizabeth Torres, Villena centró su charla en Memoria solicitada, un libro de Blanca Wiethucher sobre Jaime Saenz, quien es, al mismo tiempo, biografía, crítica literaria e incluso autora de un testimonio personal. A Villena le interesó destacar, sobre todo, cómo el poeta paceño objeto de la biografía se convierte en un personaje con características novelescas.
García Pabón, a su turno, repasó las primeras novelas de Alcides Arguedas —Wata Wara y Vida criolla—, se remontó al siglo XIX para hablar de Juana Manuela Gorriti, volvió al siglo XX para analizar La Chaskañawi de Carlos Medinaceli e Íntimas de Adela Zamudio y le dedicó un tiempo de su exposición a la novela Bajo el oscuro sol de Yolanda Bedregal, de quien este año se recuerda el centenario de su nacimiento.
El Centro Cultural y Pedagógico Simón I. Patiño cada dos años invita a escritores y críticos a reflexionar sobre algún aspecto de la literatura boliviana, y publica en su revista el resultado de esas reflexiones. En los años intermedios, el Palacio Portales es sede de un evento internacional: el Encuentro Iberoamericano de Escritores.