Preocupación en México por los niños que imitan a los narcos
Fenómeno. Lanzan alerta sobre la ‘confusión de valores’ en una sociedad marcada por la violencia
Lejos de soñar con superhéroes, cada vez más los niños portan armas, cobran extorsiones y hasta amenazan a sus profesores en Nueva León, un “fenómeno de imitación” que preocupa a docentes y especialistas.
“Una vez le pregunté a un niño, que se veía muy tranquilo, de dónde era. Muy naturalmente me dijo que de Sinaloa y que sus papás eran narcos, que por eso me portara bien con él para que no me acusara con ellos, y ¡sólo tenía ocho años!”, declaró alarmada Hilda, maestra de una escuela privada de Escobedo, municipio aledaño a Monterrey.
La cruenta disputa entre los cárteles Los Zetas y del Golfo en Nuevo León ha provocado, además de una escalada de violencia, la migración de muchos integrantes de organizaciones criminales de otros estados hacia Monterrey, capital estatal y un importante polo económico de México.
Estos narcotraficantes se establecen temporalmente con sus familias en estas urbes para reforzar a sus organizaciones criminales en la guerra que mantienen con las agrupaciones rivales.
Sobre la retadora actitud de algunos niños influenciada por la violencia del narcotráfico, los casos “son abundantes”, expresó el psicólogo Francisco Requenes, exdirector del DIF, organismo estatal de protección a la familia. “Es un fenómeno de imitación. Los menores ven en la televisión y escuchan en la calle las pláticas y se van empapando de ellas. No es algo que hagan de manera consciente, pero el fenómeno está presente”, sostuvo.
Maestros de varias escuelas en municipios cercanos a Monterrey dijeron estar cada vez más sorprendidos por la cantidad de niños que son inscritos por sus padres en escuelas privadas a mitad de curso y que de igual manera dejan de asistir a clases sin terminar el ciclo escolar.
Hilda, quien imparte cursos en un escuela para adolescentes, aseguró que hay jóvenes que llegan armados al colegio, amenazan a sus compañeros y les quitan el dinero.
Los daños en la infancia por la violencia de la lucha del narcotráfico que azota a México se presentaron ya de manera dramática en otras localidades del país como Ciudad Juárez: en 2010 ocupó el primer lugar en el índice de homicidios y donde al menos 12.000 niños quedaron huérfanos.
Profesores consultados coinciden con Requenes en que es necesario enfrentar la “confusión de valores entre los menores y adolescentes”, y que éstos dejen de imitar a los integrantes del crimen organizado. Las disputas de los cárteles del narcotráfico y la ofensiva militar dejaron en el país 70.000 muertos entre 2006 y 2012.