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Grandes chefs promueven la exótica carne de camello

Carpaccio de camello, camello guisado, hamburguesa de camello: los árabes recurren a los grandes chefs para promover la carne del rey del desierto, que hasta ahora sólo era apreciada por los beduinos.

Bajo la cúpula dorada del Emirates Palace, el hotel más lujoso de Abu Dabi, el chef francés Sandro Gamba presenta su última creación, la hamburguesa de camello con guarnición de patatas fritas y humus (foto).

“Hemos creado un plato que se ha convertido en uno de nuestros ‘best sellers’”, afirma el chef, que supervisa los 15  restaurantes de este hotel, de obligado paso para todo visitante que se precie de Abu Dabi.

La hamburguesa se presenta sobre una capa de queso ahumado, acompañada de cebolla caramelizada. El plato cuesta $us 50.

Sandro Gamba quiere dignificar la carne de camello alejándose del tradicional camello relleno de arroz consumido por los habitantes del desierto en las grandes ocasiones.

“Con pequeños toques intentamos crear interpretaciones: hemos hecho una especie de guiso de camello y un carpaccio de camello con vinagreta de trufas”, explica este chef, que ha trabajado en París y Chicago.

“Cuanto más joven el camello, más tierna es la carne. Para algunas recetas utilizamos camellos bebés y la carne es suculenta, como si fuera mantequilla”, asegura gamba. Cuando el animal es más viejo, “hay que marinar la carne o asarla”, agrega.

En los Emiratos Árabes Unidos hay dos explotaciones de cría de camellos que se alimentan con leche o maíz, al igual que las ganaderías de terneros en el resto del mundo, con el fin de obtener la carne más tierna posible.

TENTACIÓN. Gertraude Ruffinen, turista alemana que no ha podido resistirse a la hamburguesa de camello en el Emirates Palace, está agradablemente sorprendida.

“Está buena, pero nunca se me habría ocurrido comer carne de un animal que veo en el zoo”, comenta esta jubilada.

En Catar, el famoso chef francés Alain Ducasse ha aderezado con trufa el camello bebé con “foie-gras” en su restaurante, Idam, ubicado en el Museo de Arte Islámico de Doha. La carne utilizada para este plato debe cocinarse durante cinco días, explica el chef Romain Méder. Este plato cuesta $us 90, pero debe consumirse sin vino, ya que el restaurante no sirve alcohol. De acuerdo con Romain Méder, “a los cataríes, que son la mayoría de nuestra clientela, les encanta este plato, que consiste en una fusión entre la cocina gastronómica occidental y la cocina de los países del Golfo”, explica.

La leche de camella también se consume cada vez más gracias a la voluntad de los países de la región de comercializarla. Los Emiratos incluso exportan a Europa y a Japón esta leche, tres veces más rica en vitamina C que la de vaca.

Productos. Muy apreciada por los beduinos, la leche también se utiliza en el Golfo para confeccionar postres franceses o bebidas como el “Camel-Ccino”, inspirado en el capuccino italiano. También se utiliza en la fabricación de algunos chocolates, producidos a partir de leche de camella en polvo por un fabricante austriaco y comercializados en los Emiratos en tabletas o en porciones con forma de camello. Este chocolate también se exporta: “Nuestro mayor mercado es Japón y después del sureste asiático”, explica Kirsten Lange, portavoz de la compañía Al-Nassma.

Según un estudio canadiense, los primeros camellos no son originarios del Sahara, el Golfo Pérsico o Asia, sino de América del Norte y migraron a Asia durante el periodo Eoceno, hace 45 millones de años, a través de lo que entonces era un angosto puente de tierra a lo largo del Estrecho de Bering.