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Valdivia y Ortiz viajarán al corazón del pueblo guaraní

Juntos. Un cineasta y un dirigente indígena emprenderán desde el 17 de octubre un viaje al corazón y esencia del pueblo guaraní en la nueva película del director nacional Juan Carlos Valdivia, Ivy Maraey, Tierra sin mal.

“Lo que queremos es que el resto de Bolivia conozca al pueblo guaraní, su tierra y su espiritualidad. Mucho de los prejuicios tiene su origen en el desconocimiento, en la ignorancia y, al permitir que la gente contacte con el otro ayudaremos a eliminar eso”, dijo a La Razón Elio Ortiz, comunicador, escritor y el compañero de viaje de la nueva cinta de Valdivia. El filme, definido por su autor como “una película que no es una película”, es una road movie (cinta de viaje) en la que un cineasta, interpretado por el director, viaja junto a un guaraní por el Chaco.

Al igual que Zona Sur, el anterior éxito de Juan Carlos Valdivia, se trata de una propuesta arriesgada, puesto que, sin ser un documental, su principal propósito es mostrar a una nación indígena, su realidad y sus creencias más allá que contar una historia.

“Es un proyecto muy emocional, muy íntimo. Se puede decir que lo dirigí con las tripas, buscando una respuesta del público que genere debate sobre este país que se rompió y está uniéndose nuevamente y que aún no vemos el resultado”, explicó Valdivia.

Actuando por primera vez en una de sus películas, el director presenta una versión de sí mismo que explora el chaco acompañado por un guaraní, a quien Ortiz define como “una persona moderna, intercultural y bilingüe, con todos los defectos, virtudes y contradicciones de los dirigentes”.

El viaje a través de la pantalla reproduce, en cierta medida, los diversos recorridos que Valdivia y Ortiz realizaron durante cinco años, explorando esta región y conociendo a sus pobladores.

El director de la cinta reveló que el concepto de este filme es anterior a Zona Sur (2009). “En esa época yo volví a Bolivia y recorrí el país en una forma de encontrar mis raíces”, agregó.  En ese sentido, aseguró, Ivy Maraey, Tierra sin mal continúa la línea de su anterior producción, una obra que busca definir la identidad nacional y conocer “al otro”.