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Abejas son investigadas a través de sensores

Científicos australianos colocarán sensores en unas 5 000 abejas productoras de miel, para estudiar su comportamiento y entender las causas del declive de su población.

El proyecto de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (Csiro) y la U. de Tasmania requiere el afeitado de cada abeja para poder colocarle el sensor, que busca contribuir a mejorar la producción de miel.

El jefe del proyecto, Paulo de Souza, dijo que colocarán a cada abeja en un lugar frío, a -5°C , para dormir al insecto antes de colocarle el sensor y que emprenda el vuelo. «La diferencia radica en el tamaño del sensor y en el número» de ejemplares, dijo el científico a ABC al detallar el complejo trabajo que su equipo realizará en la isla de Tasmania.

Los sensores, que miden alrededor de 2,5 por 2,5 milímetros y supone un 20% del peso que suele cargar una abeja, actúan como un etiquetado electrónico que registra su paso por un determinado puesto de control.

«Las abejas cargan un montón de peso en polen, néctar y el cargar este sensor es como si alguien tuviera una mochila pequeña en la espalda», explicó De Souza.

Los datos obtenidos ayu­darán a los científicos a entender cómo se mueven las abejas en determinado espacio y los cambios en su comportamiento, así como a evaluar el im­pacto de los pesticidas y desvelar las claves del declive de la población de estos insectos, en todo el mundo.

Esto ayudará a entender las condiciones óptimas de productividad y a conocer mejor las causas del problema del colapso de las colonias que afecta a las abejas hace tres lustros.