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Artistas de la estafa – AMERICAN HUSTLE

El diámetro de la circunferencia es considerable. Ésta pareciera crecer con las manchas rojas que la cubren por aquí y por allá, y la materia pilosa que la rodea tímidamente. Frente a un espejo, se duplica, lo que la hace un poco más grosera. La panza de Irving Rosenfeld es el eje de la primera imagen de American Hustle (Escándalo Americano), la magnífica comedia de David O. Russell, nominada a diez premios Oscar.

Christian Bale es Rosenfeld, un tipo más o menos viejo, venido a menos, con un complicado peluquín, prominente estómago, barba mal crecida, esposa en la casa y amante en el trabajo. Maleante de cortas pero solventes ambiciones.

La película ficcionaliza sobre el conocido caso Abscam de la década de los 70: una operación del FBI para investigar y develar la corrupción en la alta esfera política, a través de la colaboración de un estafador, filmaciones de falsos sobornos y promesas de favores políticos. En el film de Russell, Rosenfeld se alía con el tempestuoso agente Richi DiMaso (Bradley Cooper), para hacer caer a Carmine Polito (Jeremy Renner), un político envuelto en el mundo de la mafia de Nueva Jersey.

Con un ritmo trepidante —traducido en el ritmo de las conversaciones y recuerdos de los personajes, la caracterización de éstos y la manera en la que la cámara se les acerca— la trama pone sobre la mesa un sofisticado juego de poderes en el que el engaño es la única regla.

En este juego, Rosenfeld es un títere. Del agente DiMaso (en un par de escenas, Tony Manero, resucitado); de su amante, la bella y falsa Edith (Amy Adams, en uno de sus papeles más seductores); de la histérica Rosalind (Jennifer Lawrence), ama de casa que convierte un accidente doméstico en un pliego de culpabilidades y conminaciones filosóficas para Rosenfeld.

Esta galería de personajes desbordados, dominantes y dominados, es de lo mejor que se puede ver de la comedia americana reciente.

Pistas

‘Screwball comedy’

American Hustle pone en marcha la screwball comedy, género americano que comenzó tras la Gran Depresión, en la década de los 30. Significa “comedia loca” o “zigzagueante”, y toma su nombre de un tipo de lanzamiento de béisbol en el que la bola coge varios afectos. El ritmo es ágil, los personajes están relacionados con una esfera dominante, el humor es clave y los personajes femeninos son dominantes y más seguros que los masculinos. Howard Hawks y Billy Wilder (foto) son maestros del género.

El gurú de las dietas

La capacidad física de Christian Bale es conocida. Admiradores y detractores saben de sus mañas para ganar o perder peso en poco tiempo y con sólidos resultados. Para  El maquinista (Anderson, 2004), Bale redujo su alimentación a una taza de café y una manzana o una lata de atún al día. Luego filmó Batman Begins (Nolan, 2005), para el que debía aumentar considerablemente su masa corporal. Para American Hustle, Bale ganó 20 kilos: su dieta se basó en abundantes cantidades de donuts y hamburguesas con queso.

Operación Abscam

El primer proyecto de adaptación al cine del escándalo Abscam fue un guión del francés Louis Malle. En 1982 comenzaron los preparativos para filmar Moon Over Miami, con las actuaciones de Dan Aykroyd y John Belushi (foto), dos legendarios comediantes de la serie de televisión Saturday Night Live. Melvin Weinberg, el verdadero estafador del caso, sería protagonizado por Belushi, pero esta realización nunca llegaría a la pantalla por la repentina muerte del actor en marzo de ese año.