Platillos típicos de Oruro, en la previa a la Anata
Son platos de 30 comunidades
Entre tarqueadas y bailes ancestrales, unas 30 comunidades de 14 municipios de las provincias de Oruro mostraron ayer sus comidas típicas. Se ofreció sat’iña con asado, fricasé de llama, t‘impu, charquekán y otros platillos, además de tejidos y refrescos elaborados con productos del agro.
“Somos ricos porque tenemos en el agro comida muy nutritiva, preparada con la carne de llama y los productos que no-sotros trabajamos en el campo, eso nos identifica como departamento y altiplano central”, señaló el secretario de Relaciones de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Oruro (Fesutco), Yerko Cayoja, quien además aseguró que la feria es parte importante de la Anata Andina.
Oruro es un potencial en comida típica con un alto valor nutritivo. “En la feria buscamos que se revalorice. La gente que nos visita debe apreciar que está frente a una comida que le va a alimentar muy bien”, afirmó Cayoja.
El dirigente anunció que se elaboran políticas de promoción de este tipo de alimentos y se incentiva la apertura de centros donde se sirva esta comida. “Se coordina con la Gobernación para realizar un estudio y convertir esta clase de ferias en mercados para servir comida típica a precios accesibles”.
Los platos típicos expuestos en la feria fueron: t’impu (carne, chuño, arroz y jugo), fricasé de llama (carne de llama, papa, chuño y caldo), sat’iña con asado (bolitas de quinua con una pierna de carne llama asada), p’eske (quinua con leche), kunturi (condori) parecido al fricasé de llama, charquekán (carne de llama, huevo, queso, mote y papa) y papa con p’asa (jugo lechoso blanco).
También se ofertó refrescos de grano, de quinua, de ank’añoca (un tubérculo del altiplano) y, a decir de los propios feriantes, algunos refrescos que son medicinales, como el de ank’añoca.
La fiesta Andina
Anata
Hoy más de 100 conjuntos autóctonos participarán de la entrada que refleja la tradición de las comunidades de la región andina.
Invitados
Desde 1993 se realiza esta entrada. Este año se tiene prevista la llegada de invitados de otros departamentos y de Perú.
Unos 100 reflectores iluminarán la Entrada
El reforzamiento de las luminarias busca realzar la celebración nocturna
A lo largo de la ruta de la entrada del Carnaval de Oruro — que comprende la avenida 6 de Agosto, Bolívar, plaza 10 de Febrero, Petot, avenida Cívica o del Folklore y la explanada del Santuario de Socavón— el municipio ha instalado aproximadamente 100 reflectores que iluminarán la entrada nocturna del Carnaval.
En la avenida 6 de Agosto se colocaron seis puntos por cuadra y en cada uno al menos diez reflectores. En la plaza 10 de Febrero hay cuatro puntos por cuadra con cuatro reflectores cada uno y en la avenida Cívica o del Folklore se pusieron seis puntos, cada uno con cuatro reflectores.
“Lo que el municipio busca es otorgar una buena iluminación, en especial durante la noche, a partir de las 19.00. Estos reflectores apoyarán a la iluminación que ya hay en los postes, además será un forma de dar seguridad a la población, porque en zonas oscuras a veces se cometen delitos”, dijo el director de Comunicación del municipio, Gróver Gutiérrez.
En las bocacalles, la Alcaldía decidió instalar graderías modelo, más espaciosas, que permitan la circulación de la gente con cierta comodidad y sin perjudicar al que ya está ubicado en su asiento.
Hoy se informará el precio de los asientos en las graderías, que ya han sido instaladas.
‘12 años de esclavitud’: mucho show
Hay cintas para ganar y encandilar en los Oscar. 12 años de esclavitud del inglés Steve McQueen (no confundir con el legendario actor de Hollywood) es una de ellas.
Está en nuestros cines en estos meses de buen cine en las carteleras (febrero y marzo son “temporada alta”). La película que más nominaciones tiene junto a Escándalo americano (también en nuestras salas oscuras) trata sobre la esclavitud en EEUU desde el punto de vista de un músico negro libre que es secuestrado en el norte y vendido en el sur esclavista (pre Guerra de Secesión).
El filme de McQueen (coproducido por Brad Pitt, que se guarda el papel de “blanco bueno” en cinco minutos de aparición al final,) es efectista, caricaturista, lastimero, manierista, con un metraje agotador (dos horas y media) y un final cantado. ¿Se salva Fassbender?
Es una película sobre la libertad y la justicia (y la lucha por ambas); es dura y violenta (raya en lo gore con tanto azote); interpela, incomoda y tiene momentos poéticos “para descansar” y una fotografía impecable. Es el “show” hiperbólico, pretencioso y petulante del esclavismo. Es la crueldad falsa y calculada; porno emocional. Me van a disculpar: lo políticamente correcto no es lo mío, me quedo con Django Unchained de Tarantino.
Ricardo Bajo H.
es periodista.