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Argentina llora la muerte de su legendario actor Alfredo Alcón

El reconocido actor Alfredo Alcón, una de las mayores figuras de la escena argentina contemporánea, murió este viernes a los 84 años en su casa debido a una insuficiencia respiratoria, informó su representante y amigo Alejandro Vanelli.

«Era un gran ser humano. Espero que todos lo tengamos como un ejemplo, sobre todo de ser humano con toda la grandeza que tenía», dijo Vanelli, emocionado al describir la trayectoria del actor, tras su deceso este viernes de madrugada en Buenos Aires.

Alcón había estado hospitalizado tres meses en el verano austral pasado tras haber sido operado por una infección intestinal, de la que se reponía en su domicilio.

Los restos de Alcón serán velados este viernes en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso y será sepultado el sábado en el Panteón de Actores del cementerio de la Chacarita en Buenos Aires, informó el representante.

Sus interpretaciones de las obras de William Shakespeare, Federico García Lorca, Tennessee Williams, entre muchos otros autores, fueron especialmente reconocidas por críticos y colegas que lo veneraban como «el mejor» en Argentina.

«Se fue un argentino que nos honra a todos como artista y ciudadano extraordinario. Un ser irrepetible. Un gran artista y un gran hombre», declaró la prestigiosa actriz Cristina Banegas al retirarse de la casa de Alcón.

El reconocido modo de abordar a Shakespeare quedó de manifiesto en la película «El hijo de la novia», filmada en 2001 por Juan José Campanella y nominada al Óscar a Mejor Película Extranjera, en la que en una breve aparición, Alcón hace de sí mismo e interpreta a Hamlet en el teatro.

«Era un tipo lleno de poesía. Quizás por haber recorrido tantos autores y tantas cosas bellas que hizo en su vida, estaba impregnado de esta manera de mirar y transmitir, con mucha amorosidad, cariño y respeto. Tenía una gran delicadeza, le hablaba al otro como si fuese a romper, un maestro», expresó el actor Leonardo Sbaraglia.

Norma Aleandro, de 77 años, protagonista de «El hijo de la novia» y de «La historia Oficial», que ganó el Óscar y el Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera en 1986, fue una de las artistas que sin hacer declaraciones, se acercó este viernes a la casa de Alcón, con quien habían forjado una gran amistad y formó una dupla artística.

Alcón actuó casi hasta el final de sus días ya que en marzo de 2013 llevó a las tablas su último trabajo, «Final de partida» de Samuel Beckett, que él mismo dirigió y protagonizó junto a Joaquín Furriel en el teatro General San Martín de Buenos Aires.

Nacido en 1930, tenía 25 años cuando en 1955 coprotagonizó «El amor nunca muere» con la legendaria Mirtha Legrand, el primero de más de 40 largometrajes que protagonizó.

Entre otras cintas se lo recuerda por «Nazareno Cruz y el lobo», de Leonardo Favio, en 1975, una de las películas más vistas de la historia del cine argentino, con 3,4 millones de espectadores.

Fue el actor principal del filme «Los siete locos» (1973), que obtuvo el Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín y que dirigió el argentino Leopoldo Torre Nilsson, con quien compartió varios trabajos consagrados, entre ellos «Boquitas pintadas» (1974), Concha de Plata y Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Entre otros galardones, Alcón obtuvo el Premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Cartagena por «Los siete locos», recibió varios Premio Cóndor de Plata y cinco «Martín Fierro» distinciones otorgadas en su país.

Tuvo además numerosas participaciones en televisión popularizando a Hamlet y Otelo, además de tiras y unitarios como «Vulnerables» y «Locas de amor», mientras su última aparición en la pantalla chica fue en 2011 con «Herederos de una venganza».