Vámonos con Pancho Villa
En 1936 México conoció su primer gran éxito de cine nacional. Se trataba de la película protagonizada por Tito Guízar, René Cardona y Esther Fernández, un largometraje melodramático dirigido por Fernando de Fuentes que se titulaba Allá en el rancho grande. Un melodrama musical que inmediatamente después de su estreno se convirtió en un gran fenómeno de masas que, de cierto modo, inauguraba la Edad de Oro del cine mexicano

En 1936 México conoció su primer gran éxito de cine nacional. Se trataba de la película protagonizada por Tito Guízar, René Cardona y Esther Fernández, un largometraje melodramático dirigido por Fernando de Fuentes que se titulaba Allá en el rancho grande. Un melodrama musical que inmediatamente después de su estreno se convirtió en un gran fenómeno de masas que, de cierto modo, inauguraba la Edad de Oro del cine mexicano.
Ese mismo año, tres meses después de su estreno en las salas de México, llegaba a la pantalla grande otra película del mismo director. Se trataba de un filme que se enfrentaba de manera —más o menos— crítica a lo que había sido y representado la Revolución Mexicana. Vámonos con Pancho Villa estuvo en cartelera tan solo una semana en diciembre de aquel año.
Este drama tiene como protagonistas a un par de campesinos que se unen a la revolución y que ven el desolador panorama de la derrota continua y la muerte ante sus ojos, cuando una enfermedad va reduciendo el grupo de los “Leones de San Pablo” a su mínima expresión. La adversidad enfrente a los protagonistas es un gran dilema que involucra a ambos y que pone en juego sus propias vidas.
Vámonos con Pancho Villa es una cinta que no supo ser apreciada en su momento y que tuvo que esperar la distancia que le brindan los años a ciertos episodios para poder brillar con luz propia. No fue hasta la década del 60 cuando empezó cierto reconocimiento por este filme, y sin embargo el gran momento todavía estaba por llegar. No sería hasta 1973 cuando la Filmoteca de la UNAM pusiera en la escena cinematográfica la que ahora se conoce como “la mejor película del cine mexicano de todos los tiempos.
1973
La versión de Vámonos con Pancho Villa que llegó al cine en 1936 no fue la misma que se exhibió en 1973, cuando técnicos de la Filmoteca de la UNAM localizaron en unos viejos laboratorios cinematográficos en la Colonia Roma de México DF una copia de la película en formato 16 mm, copia tomada directamente del negativo original donde se incluye un final alternativo en el que la figura de Villa cambia radicalmente dentro de la construcción del propio argumento. El final de los años 30 es decisión del director.
2010
En el marco de las celebraciones por el Centenario de la Revolución Mexicana, la película del director Fernando de Fuentes fue seleccionada para ser restaurada digitalmente, como parte de las obras importantes realizadas sobre este momento histórico. De esta manera, Vámonos con Pancho Villa se convirtió en el primer filme mexicano restaurado digitalmente y es la bandera del gran proyecto de la Filmoteca de la UNAM de rescate de la memoria fílmica de la revolución.
Carlos Monsiváis
Dentro de las películas favoritas e imprescindibles del escritor y cronista mexicano Carlos Monsiváis se encuentran Vámonos con Pancho Villa y El compadre Mendoza, ambos largometrajes de Fernando de Fuentes. Autor, entre otros libros, de El crimen en el cine (1977) o Recetario del cine mexicano (1966), Monsiváis escribió crítica de cine en la década de los 50 y su aguda mirada marcó a más de una generación.