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Adriana Aramayo: ‘No soy una radialista, soy una compositora que hace radio’

— Este julio cumple siete años el programa La Inaudita, ¿qué le motivo a gestar este proyecto?

— Fue una cuestión de querer dar un espacio radial a la música contemporánea. Por suerte tuve la opción de ser parte de radio Deseo, perteneciente al movimiento Mujeres Creando, que es un espacio crítico y amplio, en el que no tengo dudas de que se pueda realizar un programa de estas características.

— ¿Qué tipo de música se puede escuchar en La Inaudita?

— Más allá del formato, la idea es que el programa baje del altar a la música de tradición escrita y cuando uso este término me refiero a la música clásica. La idea del programa era hacer un espacio en el que se pueda escuchar esta música y ver desde un punto de vista crítico los escenarios, la academia y ambiente musical. Cada programa lo dedico a un tema específico. Muestro las propuestas contemporáneas bolivianas y latinoamericanas. También pongo música europea y china, pero la idea es tener en claro el desequilibrio cultural en el que vivimos: lo occidental contra lo indígena, local y mestizo. Hago una crítica del colonialismo que hay.

— Entonces, dentro del programa además de música hay reflexión.

— Desde el punto de vista del colonialismo, la música es una categoría creada a partir de la cultura occidental y en el programa pongo en discusión el situarnos hoy y ahora. Tenemos una herencia occidental muy fuerte en nuestra cultura, pero también otras músicas que suenan a nuestro alrededor. Tenemos una herencia cultural, desde ahí propongo música y cuestiono.

— Su formación es musical, ¿desde allí sienta las bases que construyen su crítica y reflexión?

— He estudiado música y es así como he planteado el programa, yo no soy radialista ni comunicadora, soy una compositora que hace radio. Tengo una licenciatura en música, en composición y dirección de orquesta. Hice posgrados en Uruguay y también estudié en el Conservatorio Nacional de Música algunos años, luego lo dejé por su apego a tradición europea. También hice un posgrado en Educación Musical Superior. Estas experiencias me dan las herramientas. Pero el feminismo es lo que me ha motivado a levantar estas ideas. En este movimiento he podido apoyarme.

— ¿El feminismo y la música pueden  conjugar, pueden ir juntos?

— Te cuento que eso es difícil, el mundo del arte, en general, es muy cerrado y es una crítica que hago en La Inaudita. El planteamiento oficial separa al arte de la vida y que los artistas son una élite especial que no tiene que ver con su sociedad y desde luego que hay compositoras y compositores que han mostrado lo contrario. Aún feminismo suena a mala palabra en los movimientos artísticos. Una compositora feminista que me gusta es Joyce de Oliveira, es brasileña. Ella es muy crítica en su obra. Aunque los espacios se han abierto son muy pocas las músicas (sic) y compositoras. Todavía vivimos en patriarcado.

— Además de su actividad en la radio, ¿usted compone?

— Me dedico a componer, también doy clases de música y este fin de semana tocaré en la Noche de Museos. Antes tocaba más con un dúo lo que componíamos. Toco guitarra eléctrica, piano, percusión. Mi fuerte es la guitarra eléctrica.

—¿Qué contenidos tiene preparados para su próximo programa?

—Voy a hablar del Festival de Chiquitos y de lo que no se toca en él. Voy a poner músicas contemporáneas de Bolivia, Latinoamérica y de las culturas que nunca ponen en el festival, porque solo se centran en lo europeo. Voy a poner música de itonamas, moxejos, sirionos y de Cergio Prudencio, entre otros.