Icono del sitio La Razón

Copia de la Esfinge enfrenta a China y Egipto

La construcción de una réplica a tamaño natural de la Esfinge de Guiza en China ha sentado mal a Egipto, que ha amenazado con plantear una queja ante la Unesco y ha obligado a los responsables chinos a pedir disculpas y anunciar su demolición.

La esfinge doble fue terminada en abril en un parque en las afueras de Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, vecina a Pekín, y es solo un poco más pequeña que la original: 60 metros de longitud y 20 de altura, frente a los 73-21 de la famosa estatua al pie de las pirámides de Guiza.

La esfinge china ha molestado a Egipto, hasta el punto que el ministro de Antigüedades de ese país, Mohamed Ibrahim, amenazó la semana pasada con presentar una queja a la directora general de la Unesco, Irina Bokova.

El Gobierno egipcio considera que la construcción de la esfinge china supone una violación de la Convención sobre Patrimonio Mundial, promulgada en 1972, y que podría incluso afectar al turismo del país norteafricano, ya muy perjudicado en los últimos años por la inestabilidad política.

La copia, que sustituye la piedra caliza de la esfinge cairota por cemento y armazón de acero, es “una mala imitación que desfigura el original”, señaló Ibrahim en declaraciones al semanario egipcio Al Ahram, donde pedía a las autoridades chinas que dieran explicaciones sobre el propósito de la falsa esfinge. Éstas no han llegado, ya que el gobierno local de Shijiazhuang alegó que la construcción es una iniciativa privada en la que ellos no han colaborado, pero los responsables de la obra aclararon que la esfinge se ha construido como escenario para películas y series de televisión.

Un encargado del parque declaró a la agencia oficial Xinhua que la esfinge será desmantelada después de esos rodajes, aunque no fijó fecha para ello, y ofreció disculpas por cualquier malentendido que la obra haya causado, señalando que el recinto es “muy respetuoso con el patrimonio cultural mundial”.

Paradójicamente, el anuncio de la demolición causó este fin de semana un aumento de las visitas al parque de Shijiazhuang, y los turistas mostraron su pesar por la futura destrucción de la estatua.