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The Griswolds, la alegría del pop

Con una carrera que arrancó en 2012 y un nombre inspirado en la familia protagonista de las películas National Lampoon’s Vacation, The Griswolds es uno de los nuevos productos australianos que comienzan a abrirse paso del otro lado del mundo.

Formados en Sídney —por el cantante Christopher Whitefall y el guitarrista Daniel Duque-Perez— tuvieron su primer momento de fama al ser seleccionados por la prestigiosa radio australiana Triple J para su sector Unearthed, que promociona el nuevo talento australiano desde 1995. La canción elegida sería la contagiosa Mississippi, que se convirtió en un éxito inmediato.

Citando como influencia a los Beach Boys, MGMT, Vampire Weekend y Of Montreal, denominan a su música como una “fiesta pop inspirada en tequila” y parte de ese espíritu se traduce en su primer EP de cuatro canciones llamado Heart of a Lion, editado en 2012 en su país de origen y un año más tarde en el resto del mundo. “Podemos decir que nuestro estilo de música se resume en coros grandes que puedes acompañar cantando”, señala Whitefall.

Desde entonces, todo fue color de rosa para la banda, saliendo de gira con otros actos emergentes como Django Django y San Cisco, y formando parte de absolutamente todos los festivales de Oceanía, incluyendo el celebrado Big Day Out que se realizaba anualmente en al menos cuatro ciudades australianas hasta este 2014. En noviembre de 2013 hicieron su debut en Estados Unidos con presentaciones en las principales capitales musicales y eligieron Los Ángeles para registrar su disco debut.

Actualmente, el cuarteto está grabando su primer álbum completo junto al productor Tony Hoffer, quien trabajó en discos para Beck, Phoenix, Silversun Pickups, The Kooks, Depeche Mode y M83, entre otros. A su vez, pasean su música por los Estados Unidos con más de 40 fechas, incluyendo paradas en los festivales Bonnaroo y Firefly.