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En una cárcel de Tailandia pelean por reducir sus condenas

Un programa especial permite a algunos reclusos tailandeses reducir sus condenas de encierro si pelean contra luchadores extranjeros de boxeo o muay thai en combates organizados entre los muros de la prisión.

El estadounidense Moses López cae desplomado tras recibir un codazo propinado por un preso tailandés condenado por asesinato, que sabe que su ataque importa mucho más que un simple KO porque puede ser la llave para una reducción significativa de su pena.

Se trata del séptimo evento de la Asociación Mundial de Lucha en la Cárcel, una iniciativa del promotor estonio Kirill Sokur que enfrenta a algunos reclusos locales con luchadores extranjeros de boxeo tailandés de diferentes niveles como parte de un programa de rehabilitación carcelaria.

Siete presidiarios acusados de delitos como tráfico de drogas, robo o asesinato pelearon contra un equipo formado por boxeadores iraníes, canadienses o azerbaiyanos el sábado en la prisión de máxima seguridad de Klong Pai, al noreste de Bangkok.

“Empecé a practicar boxeo tailandés cuando tenía ocho años”, explicó a EFE el preso B. T., condenado por asesinato, mientras a su alrededor sus compañeros recibían masajes, se aplicaban vaselina en el rostro y comprobaban los vendajes de sus manos antes de los combates.

Para participar en el programa, coorganizado por el departamento de prisiones de Tailandia, los presidiarios deben tener experiencia previa en boxeo o muay thai y cumplir una condena de larga duración.

Uno de los prisioneros más experimentados y campeón en combates anteriores, N. K., declaró que le “quedan ocho años por cumplir. Pero si participo en estas peleas, podré salir en dos o tres años”. “Cuando salga de prisión lucharé, y si me hago muy viejo para pelear ayudaré a mis padres en la venta callejera”, afirmó.

Los extranjeros que participan lo hacen en su mayoría atraídos por el prestigio de poder sumar a su currículum la experiencia, aunque también para muchos es una manera más de perfeccionar sus habilidades y ganar dinero.

“Esto no va a durar para siempre”, advierte el luchador canadiense Dave Leduc. “He visto un video en el que la Policía critica la violencia que esto genera”.

Para Leduc, los presos están incluso más preparados porque “no luchan por dinero, luchan por libertad”, “yo solo lucho por honor y gloria”, sentenció durante una de las sesiones de entrenamiento del equipo de extranjeros.