Panasonic proyecta las viviendas para 2020
Oportunidad. Ese año Tokio será sede de los Juegos Olímpicos
Cocinas parlantes, espejos mágicos que recomiendan la mejor combinación de colores o buzones que refrigeran productos enviados por correo, son algunas funciones de la casa inteligente que Panasonic quiere hacer realidad para el año olímpico 2020.
Bajo el título Wonder Life-Box 2020, el fabricante de electrónica exhibe en su salón de exposiciones de Tokio su visión de lo que será el hogar conectado a la computación en nube. Un producto cuyo valor se prevé que se multiplique por cinco para ese año: hasta 270.000 millones de dólares.
Aunque el proyecto no refiere a un punto geográfico concreto, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, la capital nipona se convertirá en el principal escenario global en avances tecnológicos, tal y como quieren autoridades y empresas que trabajan ya para hacer realidad un Tokio smart, más cómodo, habitable y 100 % online.
Lo primero que se espera que se dispare gracias al creciente uso de la nube será el envío de productos por correo, muchos de ellos alimentos frescos y congelados, para lo cual los buzones detectarán el código impreso en el paquete y lo mantendrán a la temperatura adecuada, según se concibe en la casa de Panasonic. El acceso al hogar se realizará mediante reconocimiento facial, al tiempo que los rostros de amigos y conocidos podrán ser almacenados en la nube para permitirles la entrada. La Wonder Life Box-2020 incluye un salón-cocina, donde será posible comunicarse verbalmente con la casa mediante un pequeño micrófono en el cuello.
Esto permitirá, por ejemplo, que la cocina recomiende recetas y menús, trucos para la preparación de los mismos, facilite las medidas de agua exactas o modifique las temperaturas de fogones y horno para que todos los platos estén listos a una hora determinada, todo mediante simples preguntas y órdenes de voz.
Ese procedimiento permitirá comunicarse con la gran pantalla del salón, que además de ser Tv y ventana panorámica, por ejemplo, sugerirá restaurantes y realizará las reservas mediante sistema de voz. La oficina que se incluye en la casa está separada por una pared de cristal que podrá “empañarse” cuando uno quiera privacidad.