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La Feria, en casa propia

La Feria del Libro de La Paz termina hoy. Ya falta menos para la edición vigésima en 2015: números redondos de buen augurio para contar con un campo ferial totalmente acabado que haga olvidar los problemitas que sufrimos este agosto de los libreros.

Las salas son aún un dolor de cabeza (y de oídos); otra vez fue una odisea trepar por escaleras oscuras para escuchar a los escritores. El día que contemos con aulas ad hoc cómodas y con una buena acústica nos vamos a sentir en el paraíso. Al año también seguro celebramos porque los accesos para todos y todas están garantizados. Y festejaremos que la ley del libro ha obrado el milagro: los precios han bajado.

En el haber, cabe destacar el mayor espacio de los puestos y la presencia de miles y miles de paseantes. La aglomeración en el feriado 6 de agosto (gratis) llama también a preguntar: si se venden hartos libros, ¿no sería bueno eliminar la entrada de 10 bolivianos? Si vas en tu auto (parking, diez pesos) y con cuatro de tu familia, son 50 pesos al tacho que bien pudieran usarse para comprar un buen libro. ¿No ganamos todos con esta medida? Quiero una feria de entrada libre para 2015.