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Tony Suárez retrata al Illimani santo

“Todos los días me despierto a ver cómo se despierta el Illimani”, dice Antonio ‘Tony’ Suárez. El miércoles 15, a las 19.30, presentará su libro de fotos ‘Illimani Santo’ en el hotel Casa Grande de Calacoto.

“Los últimos cuatro años me he interesado mucho en el Illimani —confiesa el fotógrafo nacido en Cochabamba—. Viendo un reportaje sobre las grandes montañas del mundo, pensé que el Illimani debería estar entre ellas. Hay grandes montañas en todas partes. El Fuji en Japón, el Chimborazo en Ecuador, el Kilimanjaro en África. Todas estas montañas son cónicas. Yo creo que el Illimani les gana porque tiene tres puntas.”

Illimani Santo es un libro de gran formato, posiblemente el libro de fotografía más grande impreso en Bolivia: abierto mide un metro por 38 centímetros. Se han impreso solo 500 ejemplares numerados y firmados por el artista. El libro viene en una caja especialmente fabricada para la publicación y ésta será su única edición.

“El Illimani es tan majestuoso —expone Suárez— que no podía ser impreso en un formato menor. El Illimani es La Paz y este libro es la convivencia que todos tenemos”.

“Al Illimani lo vemos todos los días —señala el fotógrafo, quien durante 22 años trabajó para Time de Nueva York—, y he comprobado que mucha gente le tiene amor a la montaña. Pero hasta ahora no había un lindo libro de fotos”.

El libro  contiene poemas de Juan Carlos Orihuela. Uno de ellos dice: “En tus crepúsculos de roca vespertina / he visto la sequedad de tus orillas. Se extingue el día como una grieta de hielo / y las aves doradas del destino se agitan nuevamente en la palidez de la tarde.”

El artista Roberto Valcárcel es autor de la presentación. En una parte de su texto afirma: “La exquisita serie de fotografías que ofrece Tony Suárez en este magnífico libro me hace ver —entre varias otras cosas— facetas del majestuoso bicho. Este excepcional fotógrafo ha logrado, mediante la diversidad de aproximaciones  o lecturas del sujeto, hacerme caer en cuenta que este bicho cubierto de blanco tiene estados de ánimo, tiene sus momentos de sosiego, otros de notable agresividad, algunos dulcetes y romanticones, otros misteriosos, lúgubres, tétricos”.

A través del libro de Tony Suárez, dice Valcárcel, “comienzo a comprender al Illimani de otro modo”.