Una fábrica ecológica de ideas en Berlín propone un mundo mejor
Visión. Los miembros de esta iniciativa realizan proyectos conjuntos para dar un ejemplo
Una agencia de comunicación, un director de cine y un sello de calidad para empresas son algunos de los proyectos que cohabitan en Thinkfarm, un espacio en Berlín que comparte la idea de que un mundo ecológico y socialmente mejor es posible.
Mesas de escritorio, computadoras, pizarras o sala de reuniones hacen pensar que aparentemente Thinkfarm es una oficina como otra cualquiera, con quizá más plantas y macetas de lo que es habitual en un espacio de trabajo.
Sin embargo, lo que hace diferente a este espacio de trabajo que comparten pequeñas empresas es precisamente lo que todas tienen en común: una visión empresarial basada en la ecología y la economía social.
Compartir esta visión es requisito imprescindible para formar parte de esta comunidad de 450 metros cuadrados que en julio cumplió su primer año, aunque Friederike Abitz, la responsable de Thinkfarm, aseguró a EFE que esto no impide una gran heterogeneidad de proyectos “porque ¿qué se considera cambio social y económico?”.
Annekathrin Otto ha sido una de las últimas en pasar este proceso de selección y unirse a la gran familia ecológica con su empresa Gruenschlaupartner, una agencia de comunicación que asesora a empresas sociales y medio ambientales.
Después de trabajar 13 años en la industria musical como mánager, Otto sintió que quería “ser honesta con ella misma”, y vio una carencia en el campo de la comunicación de las empresas ecológicas, un terreno que, asegura, “siempre se le había dado muy bien”.
Tras visitar este espacio para una reunión quedó prendada de su espíritu y ahora cohabita con uno de sus clientes y es la encargada de la página web.
Y es que la colaboración mutua entre proyectos es la dinámica habitual de esta comunidad donde “la gente se conoce, charla y automáticamente empieza a trabajar junta”, aseguró Abitz.
De media, cada persona dedica cuatro horas semanales al mantenimiento y colaboración del Thinkfarm, ya sea en el jardín vertical o cocinando cada miércoles en lo que llaman Lunchs of love (almuerzos de amor).
Eso sí, el menú es siempre de comida vegana y vegetariana, pues este lugar quiere ser ejemplo del estilo de vida , lo que incluye intentar reducir residuos y reciclar al máximo. Uno de los miembros fundadores es Nils Aguilar, director del documental Voices of transition, donde se denuncia la sobreexplotación de la industria agroalimentaria.