El dibujo del cuerpo humano de un niño de cuatro años es un indicador de la inteligencia que tendrá a los 14 años, asegura un estudio de la King’s College London (Gran Bretaña) publicado en Psychological Science.
Con la ayuda de los padres de familia, el estudio trabajó con 15.504 niños de cuatro años pidiéndoles que dibujaran a otro niño, evaluando cada dibujo con una puntuación de cero a 12.
Según ABC, de España, la puntuación se basó de la presencia y cantidad correcta de características: como la cabeza, la nariz, los ojos, la boca, las orejas, el pelo y los brazos en los dibujos.
Por ejemplo, un dibujo con dos piernas, dos brazos, una cabeza y un cuerpo pero sin rasgos faciales, se puntuó con un cuatro (4). Los investigadores hallaron que las mayores calificaciones del test estaban moderadamente asociadas con mayores niveles de inteligencia a los cuatro y 14 años.
“El test del dibujo fue concebido en los años 20 para evaluar la inteligencia de los niños, por lo que el hecho de que el test se vincule con la inteligencia de los niños a los cuatro años era previsible. Lo que nos sorprendió es que también esté relacionado con la inteligencia una década después (a los 14)”, señaló Rosalín Arden, autora del estudio.
“La correlación es moderada, por lo que nuestro hallazgo es interesante, pero no significa que los padres tengan que preocuparse si sus hijos dibujan mal. La habilidad para dibujar no determina la inteligencia, hay muchos otros factores, genéticos y medioambientales, que afectan a la inteligencia a lo largo del tiempo”, dijo.
Lo evidente es que los garabatos que hacen los menores cuando dibujan el cuerpo humano, como una circunferencia y varias líneas para los brazos y piernas, “tienen un mensaje subyacente”, informó la revista Psychological Science.