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El toque de James Vincent McMorrow

James Vincent McMorrow es un solista nacido hace 31 años en Dublin, Irlanda, y que de manera lenta, pero segura, conquista al mundo con su sonido minimalista y muy personal.

Iniciado como baterista en su adolescencia, creció con el pos-hardcore de bandas como At The Drive-In y Glassjaw, antes de descubrir las propuestas folk de Band of Horses y Sufjan Stevens o la música de solistas femeninas de los 70, con rangos vocales más parecidos al suyo.

Interesándose en el canto y desarrollando habilidades en la guitarra, el teclado y el banjo, decidió probar suerte como solista con una carrera que comenzó a finales de la década pasada. Su disco debut, el críticamente aclamado Early in The Morning, vio la luz en su país de origen a comienzos de 2010, ganando popularidad casi de inmediato gracias a la canción We Don’t Eat. Ese material fue editado en Europa un año más tarde y a comienzos de 2012 se hizo acreedor a un premio European Border Breakers que reconoce a artistas europeos que tienen éxito más allá de sus países de origen. Grabado en una alejada cabaña, sin equipo profesional y usando un solo micrófono, el álbum no podía sonar más íntegro y sencillo. Un cover de la canción Higher Love de Steve Winwood, del EP We Don’t Eat de 2011, le abrió las puertas en EEUU, con presentaciones en importantes ciudades como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, mientras en Londres llenaba el Royal Festival Hall y en Sídney el Opera House.

Al mismo tiempo, llamó la atención del sello EMI/Universal con el que firmaría para editar un futuro material en Europa. El sonido indie folk, casi completamente acústico, de su primer álbum, le valió comparaciones con Bon Iver y Glen Hansard, mientras que con su segundo largaduración, con elementos del soul, beats de hip hop e instrumentos electrónicos, se acerca más a la propuesta del inglés James Blake. Titulado Post Tropical, y editado en enero de este año, es un disco que suena íntimo y familiar, con una delicadeza muy cuidada y un sonido que parece acariciar los oídos suavemente. Al darle una escucha a las diez canciones que lo conforman, estamos ante uno de los mejores álbumes de 2014.

Actualmente, lleva su música a festivales como el inglés Latitude, el irlandés Longitude, el español Jazzaldia, el suizo Paleo, el belga Pukkelpop y el canadiense Edmonton Folk; en octubre girará por las principales capitales de Europa y en noviembre tiene una quincena de presentaciones por EEUU, en muchos casos con localidades agotadas.

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