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Un ataque informático estremece a las estrellas

El escándalo estremeció ayer a Hollywood y a las firmas tecnológicas: fotos de artistas como Jennifer Lawrence (foto), Kate Upton y Rihanna, posando desnudas, fueron publicadas en internet en un ataque informático masivo.

Usuarios anónimos se ufanaron en las redes sociales de haber publicado imágenes de estrellas posando desnudas, entre ellas la actriz de Los juegos del hambre y ganadora del Oscar Jennifer Lawrence, la cantante Rihanna, la supermodelo Kate Upton, la cantante pop Avril Lavigne y la actriz de Héroes Hayden Paenettiere.

Otras aparentes víctimas del robo masivo (aunque no todas las fotos son reales) son las actrices Amber Heard, Scarlett Johansson y Wynona Ryder. Algunos medios también mencionaron a Kaley Cuoco, Kate Bosworth, Keke Palmer y Kim Kardashian.

Las fotos comenzaron a difundirse el domingo luego de que los piratas tuvieran acceso ilegal a cuentas de iCloud, el servicio de almacenamiento de datos en la nube ofrecido por Apple.  Algunas grandes estrellas descargaron su furia por esta infracción a la privacidad y amenazaron con tomar acciones legales.

“Es una flagrante violación de privacidad. Contactamos a las autoridades e irán detrás de cualquiera que publique las fotos robadas”, dijo el agente de Lawrence (foto).
 La exestrella de Nickelodeon Victoria Justice negó en Twitter que las imágenes vinculadas a ella fueran reales. Lo mismo habría ocurrido con la cantante pop Ariana Grande. Sin embargo, la actriz de cine de terror Mary Elizabeth Winstead confirmó que algunas de sus fotos privadas estaban circulando en internet. “Solo puedo imaginar el esfuerzo retorcido que implicó hacer esto. Lo siento por todos aquellos que fueron víctimas de piratería”, tuiteó.

La página de internet especializada en tecnología The Next Web reportó que los piratas informáticos habían hallado una grieta en el sistema de seguridad del servicio de Apple “Find my iPhone”.

Apple ya reparó esta supuesta grieta  pero no a tiempo de evitar que las imágenes se difundieran entre la comunidad de hackers. Este ataque reavivó el frecuente debate sobre la privacidad en línea y la misoginia en internet.