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Una multitud acompañó a Cerati a su última morada

Una multitud despidió ayer en la Legislatura Buenos Aires y bajo una lluvia torrencial al músico argentino Gustavo Cerati, emblema del rock en América Latina muerto el jueves a los 55 años tras cuatro años en coma.

Un cerrado aplauso y estrofas de su canción En la ciudad de la furia sirvieron de último tributo de miles de admiradores de Cerati, quien fue guitarra, voz y alma del exitoso trío Soda Stereo antes de seguir una carrera solista que cimentó su posición como referente del rock en español.

Cerati murió la mañana del jueves por un paro cardiorrespiratorio en una clínica de Buenos Aires, donde permanecía internado desde 2010 cuando cayó en un coma del que nunca despertó debido a un accidente cerebrovascular sufrido en Caracas al término de un concierto.

El papa Francisco, que había enviado el año pasado una carta de apoyo a la madre del artista, expresó sus condolencias este viernes y el Gobierno argentino decretó dos días de duelo.

   Reconocido compositor, letrista, eximio guitarrista y cantante, muchos colegas le rindieron tributo y acudieron a despedir sus restos que desde ayer descansarán en el cementerio público de la Chacarita de la capital argentina.

La multitud cantó el mencionado tema cuando la madre del músico, Lilian Clark, se asomó a un balcón de la Legislatura para agradecer el tributo de sus fans al momento de terminar el velatorio, que según la Policía congregó a más de 20.000 personas.

Tras recorrer las calles de Buenos Aires, el cortejo fúnebre llegó al cementerio, donde los fans volvieron a cantar y a aplaudir en medio de lágrimas y flores. Zeta Bosio, su amigo y compañero de banda, fue uno de los muchos que lo despidió durante la madrugada, al igual que los roqueros Charly García, Pedro Aznar y Dante Spinetta, hijo del fallecido músico Luis Alberto Spinetta.

Durante la madrugada, una fila de dos kilómetros serpenteaba el edificio de la Legislatura, repleta de fans que aguardaron bajo la lluvia por estar unos instantes frente al féretro cerrado.

 “Gracias totales” fue la leyenda con la que Buenos Aires lo despidió en marquesinas de acceso a varias estaciones de metro, reproduciendo el mensaje con el que Cerati despidió a su público en 1997 cuando Soda Stereo se disolvía sin saber que volverían a reunirse una década más tarde.