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La globalización empezó en Asiria

En el cambio de la edad de bronce a la de hierro, el Imperio Asirio aglutinó y mezcló innumerables culturas, una “globalización” antes de Cristo, que el Museo Metropolitano de Nueva York explora en una exposición, que lleva el título De Asiria a Iberia.

El imperio Asirio, que vivió su apogeo entre los siglos VII y VII a.C., llegó a ejercer influencia en una amplia zona que abarca desde el norte de Mesopotamia hasta España, en parte gracias a un pacto económico con los fenicios para su expansión naval.

Su arte refleja pasajes de la Biblia o de los poemas épicos de Homero. La exposición, que se inaugura el 22 de septiembre y permanecerá abierta hasta el 4 de enero de 2015, se centra en un neologismo como la “globalización”, porque “para entender el mundo global, multicultural en el que vivimos hoy, tenemos que ir detrás a estos periodos de tiempo y buscar sus raíces”, explica la comisaria de la exposición, Joan Aruz.

Aruz y su equipo han trabajado durante seis años y en coordinación con 41 museos de 14 países para lograr esa visión panorámica de una civilización y descubrir el hilo conductor entre, por ejemplo, el tesoro de El Carambolo, hallado en Sevilla en 1958, y las joyas fúnebres de la familia real de Nimrud, una de las antiguas capitales de Asiria.

Así, la exposición, cuyo título completo es De Asiria a Iberia. En los albores de la Época Clásica, sirve al museo de Nueva York para estudiar “qué pasa cuando las culturas interactúan” y para demostrar que “no se puede estudiar las culturas por separado, sino ver de dónde vienen las influencias y cómo afectaron al curso de la civilización y de la historia del arte”, según la comisaria. La muestra está llena de interesantes curiosidades.

Desde la primera mención en la historia del arte al Rey David más allá de la Biblia o representaciones de Jezabel y Salomón a una joya con el demonio Pazuzu, que sería luego recuperado en el filme El Exorcista (1973).

También hay imágenes de video del rescate de las piezas del tesoro fenicio encontrado en Bajo de La Campana en Murcia (España) o las primeras piezas de artesanía en cristal de alabastro.

La exposición comienza su ambicioso viaje con la expansión terrestre de Asiria desde el norte de Mesopotamia hacia el oeste, lo que en arte se refleja en relieves conmemorando las batallas de sus reyes Asurbanipal (668-631 a. C.) y Asurbanipal II (883-859 a.C.).

La segunda parte se centra en la expansión fenicia por vía marítima, pues los asirios llegaron a un pacto “superpragmático” con ellos, ya que no tenían flota, y se beneficiaron de sus relaciones comerciales y fundación de colonias, como la llegada a Iberia en busca de la plata de las minas de Río Tinto, en Huelva (España) “el Dorado de la plata”, según la comisaria que hizo la investigación.

 Y, por último, el tema es la adopción y adaptación de imágenes y técnicas de Oriente próximo por parte de artesanos del Mediterráneo occidental, mezclándose con la cultura cristiana posterior —como en el caso de El Carambolo— o en piezas de la Grecia y Roma, que sirvieron de ejemplo para los asirios.