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Hallan texto sobre la flora y fauna de la Antártida de hace 100 años

Un cuaderno que perteneció al naturalista y fotógrafo George Murray Levick, miembro de la expedición del capitán Scott que en 1910 exploró la Antártida para documentar su fauna y su flora, fue encontrado en Cabo Evans.

El hielo del Polo Sur raramente suelta a los exploradores polares que captura —y para demostrarlo por ahí andan aún los cuerpos congelados del capitán Scott y su malogrado grupo—, pero a veces tiene el gesto de devolver algunas de las cosas que se llevó.

Esto es lo que sucedió con un cuaderno de notas recién hallado en la vieja base de Cabo Evans de la Antártida, y que en tiempos pertenecía a George Murray Levick (1876-1956), uno de los miembros de la expedición liderada por Scott. Este grupo de exploradores llegó al Polo Sur en 1910 a bordo del barco Terra Nova y tenía el objetivo de conquistar el polo —empresa en la que Scott y sus cuatro acompañantes fracasaron, dejándose la vida— además de realizar distintas investigaciones científicas, buena parte de ellas relacionadas con la geografía, flora y la fauna antárticas.

104 años después, al fundirse la nieve, el cuaderno apareció  junto a la cabaña que ocupó la expedición. Se trata de un sencillo bloc que contiene las anotaciones a lápiz de Levick especificando la fecha, sujetos y detalles de exposición de las fotos que tomó en 1911 en Cabo Adare. No cuenta ninguna historia especialmente épica —del tipo de las cartas de despedida y los diarios de Scott—, ni es tan práctico como las botellas de brandy de Shackleton, pero sus páginas amarillentas son una emocionante ventana abierta a la aventura polar, y sus notas sirvieron ya para documentar y contextualizar fotografías.

Para leer el cuaderno, que se encontraba en un estado tan deplorable como se puede imaginar tras tanto tiempo a la intemperie y en condiciones meteorológicas extremas, fue preciso someterlo a una minuciosa restauración, a cargo del instituto de investigación Antartic Heritage Trust, que realizó un video explicando el proceso.

Murray Levick era cirujano, zoólogo y fotógrafo, además de miembro de la Royal Navy. En Cabo Adare tuvo la suerte —para alguien interesado en los pingüinos— de poder observar durante mucho tiempo una de las grandes colonias de esas aves, y todo su ciclo reproductor. Reunió los conocimientos adquiridos en una obra clásica, Antartic Penguins, expurgada de parte de su contenido sexual, considerado demasiado fuerte para la época.