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En Colombia diseñan prótesis en 3D a bajo costo

Un proyecto en Colombia busca ofrecer prótesis impresas en 3D a muy bajo costo, destinadas a personas de bajos recursos que perdieron una de sus piernas en accidentes o en el conflicto armado que azota al país.

Estas prótesis pueden ser impresas en un par de horas y cuestan unos $us 60, lo que las hace significativamente más baratas que las tradicionales, que valen desde $us 2.500 hasta $us 20.000.

 La idea “es diseñar una prótesis aquí en Colombia (…) que permita que esas personas que no tienen los suficientes recursos para acceder a una prótesis mayor puedan cumplir sus sueños de caminar”, dijo Juan Pablo Muñoz, estudiante de diseño industrial y desarrollador de la iniciativa.

 Con el apoyo de la Universidad ICESI, en Cali, al suroeste de Bogotá, el joven, que ya imprimió un prototipo de su prótesis, destacó que las piezas están hechas de un plástico biodegradable derivado del almidón de maíz.

 Por sus características, la prótesis puede servir especialmente a niños que sufrieron amputaciones, y es además muy fácil de ensamblar y ajustar, lo que incluso se puede hacer con una moneda.

“Los niños crecen muy rápido y de pronto las medidas de hoy no van a ser las mismas que en dos, tres meses” y el bajo costo de producción hace que la prótesis se pueda reemplazar con el desarrollo del niño, dijo Muñoz.

“El proyecto no terminó y la idea es experimentar con nuevos materiales, con impresoras de fibra de carbono, para aumentar la resistencia.

Según la investigación de movimiento que le hicimos a esta prótesis, una persona de 70 kilos puede caminar normal” con ella, explicó.

El director de proyectos de grado del departamento de diseño de ICESI, Andrés Naranjo, destacó las posibilidades que brinda la impresión 3D. “El mundo, en términos de manufactura, está siendo revolucionado por estas tecnologías de prototipado rápido”, dijo.

 Para el experto, el proyecto de Muñoz es “factible, viable y deseable”, por la cantidad de personas que en Colombia sufrieron amputación.

Precisamente, Muñoz probó su diseño con un militar colombiano que perdió una pierna por una mina antipersonal.