Frente a la túnica sagrada
A la única fotógrafa invitada de Latinoamérica para cubrir el peregrinaje de la Santa Túnica en Tréveris, Alemania, se le ocurrió una idea peculiar: subir al entretecho de la catedral de la ciudad para registrar desde una perspectiva única la ceremonia.
A la única fotógrafa invitada de Latinoamérica para cubrir el peregrinaje de la Santa Túnica en Tréveris, Alemania, se le ocurrió una idea peculiar: subir al entretecho de la catedral de la ciudad para registrar desde una perspectiva única la ceremonia.
Este trabajo —presentado en 2013 ya en una exposición en Tréveris— al fin se podrá ver en La Paz en la muestra denominada Al encuentro de la túnica, que se inaugurará el miércoles 5 de noviembre a las 19.00 en Artespacio CAF, ubicado en la avenida Arce 2915.
La autora es Sandra Boulanger, artista y fotógrafa franco-boliviana que además fue la única mujer invitada a cubrir el evento. Su tenacidad la llevó a conseguir el permiso para subir hasta el entretecho para utilizar los conductos de ventilación para retratar todos los rituales sabiéndose invisible a los ojos de los participantes. “Nadie nunca antes había hecho fotos allí y me dijeron que nadie más lo hará: era la última vez que daban el permiso”, cuenta Boulanger.
La oportunidad era única: la prenda llegó a Tréveris en el año 1100 y desde entonces se ha exhibido al público en muy pocas ocasiones, con una periodicidad de cada 30 años. “En el siglo pasado se realizó solamente tres peregrinajes: en 1933, 1959 y 1996, así que mi emoción fue grande y mis expectativas más grandes aún. Como miles de peregrinos iba a descubrir, a 500 años de su primera exposición pública, la túnica inconsútil —sin costuras— considerada como símbolo de la unidad de la Iglesia”, indica.
Por varios días, Boulanger realizó la cobertura habitual del peregrinaje —imágenes de feligreses, momentos de rituales u opositores al evento, que también están en la muestra— pero buscó una forma de dejar su impronta personal en la exposición: en un viaje anterior había descubierto los orificios de ventilación desde las pasarelas suspendidas sobre las bóvedas del templo. “Este punto de vista inusual podría ser una gran posibilidad”, agrega.
En los últimos tres días descubrió entre el centenar de aperturas, puntos privilegiados sobre el altar. Las imágenes tomadas desde ahí se encuentran en el vitral fotográfico conformado por 33 imágenes —elegidas por los años de Cristo—, obra denominada Desde el cielo como un homenaje a esta catedral que carece justamente de vitrales.
La exposición ofrece además la serie Doce rostros de la fe, que recoge “ese silencio íntimo y abrumador de recogimiento, en el instante preciso en el que los peregrinos ‘descubren’ la túnica”.
Sandra Boulanger es fotógrafa, curadora independiente y gestora cultural en Acción Cultural, organización especializada en la difusión de la fotografía.