Déjalo ser para que aprenda
¿Qué ocurre cuando los niños deben superar nuevas tareas? Si lo hacen bien, aprenden a tener conciencia de sus logros, y eso es fundamental para su desarrollo, porque pueden lograr algo dependiendo de su conducta.
Deben cepillarse los dientes, ayudar en casa, atarse los guatos… ¡Cuánto deben aprender los niños! Y en ese afán ¿cómo deben actuar los padres? Por ejemplo, cuando quiere cerrar su chamarra, ¿es mejor ayudarlo o dejar que lo intente solo?
Susanne Mierau, quien es pedagoga en Berlín, asegura que lo mejor es que los niños tengan sus propias experiencias. Y esto no es solo para que los pequeños aprendan a desenvolverse y sean independientes, sino para que los padres estén más aliviados.
¿Qué ocurre cuando los niños deben superar nuevas tareas? Si lo hacen bien, aprenden a tener conciencia de sus logros, y eso es fundamental para su desarrollo, porque pueden lograr algo dependiendo de su conducta.
Podría decirse que los padres tienen este proceso presente, y que la pregunta es ¿cuál es el mejor momento de dejarlos que intenten superar solos ciertas dificultades? eventualmente.
Sin duda, la idea es que la relación sea saludable y ordenada en cada rol, para que sea enriquecedora para todos. El abuelo puede ayudar a sus nietos, pero desde ese rol y no como padre.
Lo fundamental no es tanto la edad, sino el momento de su desarrollo. Es bueno que los padres observen a sus hijos y vean qué los ocupa, qué podría ser un desafío, tal como explica la especialista Anika Wittowski, que trabaja en el área pedagógica de la Universidad de Bremen.
Observar a los más pequeños es clave, porque lo ideal es no sobreexigirlos, pero tampoco pedirles por debajo de sus capacidades. Otro motor importante es el deseo de los niños. Si se ve que quieren atarse solos los guatos, es mejor enseñarles cómo lo pueden hacer y dejar que ellos lo prueben con paciencia.
Por su cuenta
Minirretos: Dale retos cotidianos, por ejemplo un pelapapas, no tan afilado. Si nunca ha usado una herramienta, deja que la explore para que entienda, por sus propios medios, qué es.
Prepárate a ti mismo: Antes de pensar si está preparado para dar sus primeros pasos, analiza qué tan listo estás tú como padre y qué es lo que quieres para tu niño.
Apoyo e instrucción: No le prohíbas lo que para ti es riesgoso, mejor enséñale a usar, por ejemplo, unas tijeras. Dale el ejemplo y supervisa sin alarmarlo.
Confianza paso a paso: Empodera a tu hijo de a poco y así irán ganando confianza mutua. Es importante hablar sobre cada nuevo desafío y que tú como padre lo prepares.
Dialoga sobre lo aprendido: Para construir la confianza, pon y cumple reglas. Habla sobre tus experiencias y escucha, con atención, las suyas. Esto fortalece el vínculo.
Fuentes: Susanne Mierau (Pedagoga) y Anika Wittowski (Especilista en psicopedagogía).