La Revista

Monday 29 Apr 2024 | Actualizado a 15:15 PM

CES desvelará las principales apuestas del sector de la electrónica para 2015

La feria CES se desarrollará entre el 6 y el 9 de enero y acogerá a más de 3.600 empresas de 140 países.

/ 5 de enero de 2015 / 15:05

La feria más importante del mundo de la electrónica de consumo, CES, abrirá sus puertas mañana martes en Las Vegas, en Nevada, donde exhibirá las principales propuestas tecnológicas para 2015 de los grandes fabricantes de electrodomésticos, automoción y dispositivos inteligentes.

El evento de la Consumer Electronics Association (CEA) de EE.UU. constatará el imparable fenómeno de lo que se ha venido a llamar el internet de las cosas, es decir esa corriente de lo «smart» destinada a cambiar la interacción del ser humano con su entorno mediante la conexión de cualquier objeto a internet, desde una cerradura a una bombona de gas butano.

La instalación de sensores en los aparatos más variopintos está llamada a dinamizar el negocio de la electrónica durante los próximos años junto con la proliferación de las impresoras 3D, los drones y la paulatina renovación de televisores en los hogares. De las pantallas de alta definición al 4K Ultra HD, de resolución cuatro veces mayor.

«El año 2016 será el punto de inflexión para los televisores 4K», dijo Steve Koenig, director de Análisis Industrial de CEA en su presentación del domingo a los periodistas que ya llegaron a la ciudad de los casinos para tomar la temperatura al sector de la electrónica durante los próximos días.

CES será escenario, como es habitual, de televisiones de gran tamaño, curvos unos, otros muy delgados, y todos con precios elevados, aunque cada vez más asequibles al consumidor medio que solo en EE.UU. se dejará en 2015 casi 5.000 millones de dólares en pantallas 4K.

No faltarán nuevos ordenadores como el Chromebook 15 de Acer, el primero del mercado con pantalla de 15,6 pulgadas, y habrá oportunidad para ver la evolución de los sistemas de realidad virtual liderados por Oculus VR.

Koenig se aferró a los datos para constatar que el «smartphone» sigue siendo el rey -el producto tecnológico más vendido- gracias al tirón de la demanda de los dispositivos de gama baja en los países emergentes frente a la desaceleración en los países desarrollados, donde el usuario es más propenso a gastar más en su teléfono.

Se espera que este año el precio medio por teléfono inteligente vendido caiga por primera vez por debajo de los 300 dólares (por 440 dólares en 2010), gracias al éxito de los modelos de marcas como la china Xiaomi.

En cualquier caso, el gasto en teléfonos y tabletas supondrá, según las estimaciones, el 46% del total en tecnología en 2015.

En 2014 y según datos provisionales, los ingresos del sector tecnológico ascendieron a más de un 1 billón de dólares, un 1% más que en 2013 y una cifra muy similar a la que se llegó en 2011, el último año de crecimiento destacable (un 9% interanual).

Los teléfonos estarán muy presentes en CES, aunque será más como herramienta necesaria para manejar los productos que realmente serán protagonistas, como los relojes inteligentes, los brazaletes deportivos y la domótica, aunque se prevé que LG y otros fabricantes -quizá Samsung- desvelen nuevos «smartphones».

CEA señala que en 2015, año en el que debutará Apple Watch, el negocio de los relojes inteligentes generará 3.100 millones de dólares, un 474% más que en 2014, por 1.800 millones los brazaletes que registran la actividad física.

La venta de drones, que se popularizan como aparatos de uso particular, crecerá en 2015 un 50% hasta superar los 100 millones de dólares, y CEA pronostica que estas aeronaves despegarán definitivamente en 2018, cuando generarán al año más de 1.000 millones de dólares.

La industria del automóvil con Ford, Toyota, General Motors, Mercedes, Hyundai, Audi, BMW y Volskwagen, entre otros, mostrarán en CES nuevas integraciones de sus vehículos con aplicaciones y sensores, así coches con piloto automático, según los analistas.

La feria CES se desarrollará entre el 6 y el 9 de enero y acogerá a más de 3.600 empresas de 140 países en una zona de exposición de más de 250.000 metros cuadrados distribuidos entre el centro de convenciones de Las Vegas y varios hoteles de la ciudad.

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La latina Raquel Welch cumple 75 años

La hija de un inmigrante boliviano logró el éxito en Hollywood junto a su ascenso en la fama reivindicó sus raices latinas. Se casó en cuatro ocasiones y no oculta ahora su frustración por carecer del bilingüismo.

/ 4 de septiembre de 2015 / 13:54

Hija de un inmigrante boliviano, Jo Raquel Tejada nació en Chicago el 5 de septiembre de 1940 y su padre se esforzó en que ignorara sus raíces para que encajara mejor con la dominante cultura estadounidense, una herencia latina que ella recuperó convertida ya en la célebre Raquel Welch.

La actriz y «sex symbol» de las décadas de 1960 y 1970 cumple el sábado 75 años orgullosa de su origen, el mismo que reivindica cada vez que tiene ocasión en diferentes entrevistas y eventos a los que acude y donde luce aún una figura que se resiste a ceder al descarnado paso del tiempo.

Welch se apellidó Tejada hasta que, con 19 años, se casó con James Westley Welch, su novio del instituto de La Jolla, en el sur de California, donde su familia se mudó cuando ella apenas había echado a andar y donde ella pronto destacó por su belleza.

Su historia, tal y como la recoge el libro «Notable Hispanic American Women» (1993), parece sacada de un estereotipo de película de Hollywood sobre adolescentes. Fue animadora del equipo del colegio, vicepresidenta de su clase y miembro del club de arte dramático.

Apenas era una quinceañera cuando ganó su primer concurso de belleza, al que seguiría el título de Miss La Jolla y Miss San Diego. Admirada por su físico, Welch persiguió su sueño de ser actriz a pesar de que encontró rechazo.

Antes de lograr meter la cabeza en Hollywood, la joven trabajó dando el parte meteorológico en una televisión local de San Diego, de camarera y de modelo.

Hasta 1964, no consiguió que el mundo del cine le diera una oportunidad. Obtuvo breves papeles en «A House is Not a Home» y «Roustabout», esta última con Elvis Presley.

Aquel año fue clave para ella, aunque fue su belleza y no su calidad artística lo que impulsó su carrera.

El estudio Twentieth Century Fox la contrató para una superproducción, el filme de ciencia ficción «Fantastic Voyage», donde formaba parte de una tripulación que viajaba en un diminuto submarino por las entrañas de un ser humano.

El papel requería que se pusiera un ceñido traje de buceadora y sus curvas fueron muy comentadas en una época en la que Hollywood ejercía el machismo con la naturalidad propia del momento.

«Fantastic Voyage» debutó en agosto de 1966 y, en febrero de 1967, Fox la presentó ya en EEUU como chica de cartel para promocionar «One Million Years B.C.», una producción de aventuras rodada en las Islas Canarias en la que hacía de una cavernícola amenazada por volcanes y reptiles gigantes.

Welch se pasó aquel largometraje -que carecía de diálogo- en bikini de pieles y corriendo por su vida. A partir de ese instante, la actriz se subiría al carro de la fama y protagonizaría decenas de películas y más de un centenar de portadas de revista.

Entre su filmografía están títulos como «Fathom» (1967), cuyo tráiler utilizaba como reclamo las medidas de Welch, que hace de una aguerrida paracaidista que luce escote y bañador en el sur de España.

Hollywood apuesta por una Welch con poca ropa en «The Biggest Bundle of Them All» (1968) y «Flareup» (1969), tuvo una escena tórrida en «100 Rifles» (1969) y volvió al bikini en «Myra Breckinridge» (1970), si bien esa cinta fue precisamente un alegato contra el machismo de la industria.

En esa obra basada en los escritos de Gore Vidal, Welch interpretaba a una atractiva joven transexual y hay una escena en la que abusa de un hombre. La película no fue bien recibida por la crítica.

Durante el resto de la década de 1970, Welch protagonizó más de una decena de largos, aunque la taquilla no respondió. Su mayor éxito fue «The Three Musketeers» (1973), que le valió el Globo de Oro a mejor actriz de comedia o musical.

Probó suerte en el teatro en la década de 1980 y le llegó el éxito con el musical «Woman of the Year» (1982).

Welch se prodigó en televisión y, a medida que se fue liberando de la presión de los estudios por aparentar la mujer caucásica perfecta -se tenía que teñir de rubio y le llegaron a pedir que se cambiara el nombre de Raquel-, fue ejerciendo más de latina, un tipo de papel que únicamente había hecho en «Bandolero!» (1968) y «100 Rifles».

En 2002, estrenó con Edward James Olmos la serie «American Family» centrada en la familia de los González y donde hacía de tía, y apareció como Vina Navarro en «CSI: Miami» (2012).

La latina Welch, que llegó a casarse en cuatro ocasiones, no oculta ahora su frustración por carecer del bilingüismo que practican las nuevas generaciones de hispanos que viven más en contacto con su herencia cultural, la misma que hace 75 años se percibía como un problema.

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‘Fear the Walking Dead’, un apocalipsis zombi que habla español

'Fear the Walking Dead' es un drama familiar en un contexto apocalíptico y arranca justo cuando los primeros zombis empiezan a deambular por las calles.

/ 20 de agosto de 2015 / 15:15

La serie ‘Fear the Walking Dead’ se remonta al principio del apocalipsis zombi de ‘The Walking Dead’ para observar desde otro punto de vista, con talento latino y diálogos en español, el fin de la civilización tal y como la conocemos, devorada por unos insaciables muertos vivientes.

Es una serie derivada («spin-off») con el aspecto de precuela del programa original, aunque solo el aspecto, ya que en su fondo «Fear the Walking Dead» se niega a explicar las causas que hacen que todo se vaya a pique y cronológicamente se puede considerar que, a pesar de adelantar su acción varias semanas, la trama es contemporánea a ‘The Walking Dead’.

«No tiene la atmósfera de ‘World War Z'», aseguró Dave Erickson, cocreador y productor de la serie, en referencia a la película de zombis en la que Brad Pitt se dedicaba a buscar un remedio que pusiera fin al brote mundial de muertos vivientes.

‘Fear the Walking Dead’ es un drama familiar en un contexto apocalíptico y arranca justo cuando los primeros zombis empiezan a deambular por las calles.

Al igual que en ‘The Walking Dead’, el relato avanza despacio y no es hasta el final de la primera temporada cuando los personajes principales toman conciencia por completo de la realidad que están viviendo.

Los zombis o ‘walkers’ de ‘The Walking Dead’ son denominados ahora «infectados».

«(Mi personaje) se pasa mucho tiempo creyendo que se trata solo de una gripe. Una gripe muy mala», comentó el actor Cliff Curtis, que interpreta a Travis Manawa, un profesor de inglés idealista pareja de una tutora de escuela, Madison Clark (Kim Dickens), sobre quienes gravita la acción de la serie.

Clark es madre viuda de dos jóvenes adolescentes, la talentosa Alicia (Alycia Debnam-Carey) y el drogadicto Nick (Frank Dillane), mientras que Manawa está separado de Liza Ortiz (Elizabeth Rodríguez) y tiene un hijo, Christopher (Lorenzo James Henrie), con el que mantiene una relación distante.

A medida que el caos empieza a ganar terreno, esas dos familias y la de los Salazar, unos refugiados salvadoreños que encarnan Rubén Blades, Patricia Reyes Spíndola y Mercedes Mason, tendrán que hacer piña para sobrevivir ante una crisis que no acaban de comprender.

A diferencia de ‘The Walking Dead’, que está ambientada en zonas rurales del estado de Georgia, ‘Fear the Walking Dead0 es un drama urbanita centrado en Los Ángeles y para los productores era inevitable que la historia tuviese una importante participación latina dada la realidad demográfica de la urbe.

De hecho, en origen el personaje de Travis Manawa había sido escrito como hispano, según confesó Elizabeth Rodríguez, pero se optó por definirlo como un estadounidense de antepasados maoríes cuando los productores se decantaron por Cliff Curtis como protagonista.

La influencia cultural latina, no obstante, es notable. Reyes Spíndola solo habla -aunque poco- en español para encarnar a Griselda, la esposa de Daniel (Blades).

«Es calladita pero mandona, como somos las latinas a final de cuentas», explicó la veterana actriz mexicana de 62 años cuyo personaje se refugia en la fe para sacar fuerzas y enfrentarse a un mundo de zombis.

Reyes Spíndola aseguró que ya «venía entrenadita» para el papel después de superar un cáncer en 2012 con la ayuda de una colección de santos -su «corte celestial»- que le dieron la fortaleza para lidiar con su situación, que describió como apocalipsis personal.

AMC confirmó que habrá segunda temporada de ‘Fear the Walking Dead’, que serán 15 episodios y se estrenará en 2016, pero hasta ahora los productores han descartado que la trama de la serie llegue a cruzarse con «The Walking Dead».

«Dado que (los protagonistas de ambas series) están a 3.000 millas de distancia (casi 5.000 kilómetros) y que no habrá transporte más que caminar o montar a caballo, no creo que sea probable desde un punto de vista realista que (las historias de) Atlanta y Los Ángeles interactúen en un futuro», afirmó el productor David Alpert.

‘Fear the Walking Dead’ debuta en AMC el próximo domingo a partir de las 21.00 hora local (costa este) en EEUU y simultáneamente en todo el mundo (lunes, 01.00 GMT).

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Premio al Iñárritu vanguardista

El director mexicano critica en el festival de Sundance el mercantilismo de Hollywood

/ 7 de junio de 2015 / 04:00

El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu fue homenajeado esta semana en Los Ángeles por el Instituto Sundance, con un premio que le reconoce como un referente del cine independiente. En la ceremonia de entrega, Iñárritu reivindicó la filmografía con mensaje frente a la que solamente entretiene. El ganador de tres Oscar por Birdman acudió a la ceremonia acompañado por su esposa, María Eladia Hagerman, en un descanso del proceso de posproducción de su próximo largometraje, The Revenant, que estrenará el 25 de diciembre en EEUU.

MIGRACIÓN. “Nunca escribo discursos pero en esta ocasión tuve que hacerlo porque no iba a tener cabeza suficiente, que ya tiene el tamaño de un fideo. Estoy editando y estoy ahorita en otro mundo”, aseguró el director de Babel pocos minutos antes del comienzo del evento.

“Tengo una difícil relación con los premios”, comentó Iñárritu, que explicó que eso podría deberse a algún trauma, como cuando las autoridades migratorias en EEUU le negaron su tarjeta verde (la green card o permiso de residencia y trabajo). “Aún no la tengo. Debo decírselo a Sean Penn”, apuntó el mexicano en referencia al actor y director norteamericano, que se encargó de anunciar este año que había ganado el Oscar de mejor película por Birdman. “¿Quién le dio la tarjeta verde a este hijo de perra?”, bromeó Penn ante millones de televidentes, un comentario muy rudo pero en clave amistosa que para nada ofendió al director mexicano pero que sí fue considerado una inapropiada y ofensiva salida de tono por varios colectivos hispanos en EEUU.

INDEPENDENCIA. Iñárritu aprovechó la ocasión de la ceremonia de Sundance para criticar el funcionamiento mercantilista de la industria de Hollywood que, a su juicio, hace un flaco favor al séptimo arte. Sus palabras fueron ovacionadas por los varios centenares de invitados que le despidieron puestos en pie.
“Entiendo que este instituto se creó para apoyar exactamente trabajos como el de Alejandro”, indicó Pat Mitchell, presidenta del Instituto Sundance, fundado en 1981 por Robert Redford y que cada año celebra en Utah el prestigioso festival de Sundance, el principal escaparate mundial de cine independiente. “Es un gran testimonio que voces como la suya, con nuevas e importantes historias y perspectivas frescas puedan lograr que se produzcan sus filmes, sean exitosos en taquilla y ganen el Oscar, aunque esa no sea la misión de Sundance”.

A Iñárritu le gusta el hecho de que le señalen como vanguardista, aunque también le resulte “un concepto peligroso” porque hoy en día se puede pasar “a estar fuera de moda en un segundo”. La gala honró también a la directora Marielle Heller cuya película The Diary of a Teenage Girl (El diario de una adolescente) ya había sido galardonada en Berlín y Palm Springs.

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Premio al Iñárritu vanguardista

El director mexicano critica en el festival de Sundance el mercantilismo de Hollywood

/ 7 de junio de 2015 / 04:00

El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu fue homenajeado esta semana en Los Ángeles por el Instituto Sundance, con un premio que le reconoce como un referente del cine independiente. En la ceremonia de entrega, Iñárritu reivindicó la filmografía con mensaje frente a la que solamente entretiene. El ganador de tres Oscar por Birdman acudió a la ceremonia acompañado por su esposa, María Eladia Hagerman, en un descanso del proceso de posproducción de su próximo largometraje, The Revenant, que estrenará el 25 de diciembre en EEUU.

MIGRACIÓN. “Nunca escribo discursos pero en esta ocasión tuve que hacerlo porque no iba a tener cabeza suficiente, que ya tiene el tamaño de un fideo. Estoy editando y estoy ahorita en otro mundo”, aseguró el director de Babel pocos minutos antes del comienzo del evento.

“Tengo una difícil relación con los premios”, comentó Iñárritu, que explicó que eso podría deberse a algún trauma, como cuando las autoridades migratorias en EEUU le negaron su tarjeta verde (la green card o permiso de residencia y trabajo). “Aún no la tengo. Debo decírselo a Sean Penn”, apuntó el mexicano en referencia al actor y director norteamericano, que se encargó de anunciar este año que había ganado el Oscar de mejor película por Birdman. “¿Quién le dio la tarjeta verde a este hijo de perra?”, bromeó Penn ante millones de televidentes, un comentario muy rudo pero en clave amistosa que para nada ofendió al director mexicano pero que sí fue considerado una inapropiada y ofensiva salida de tono por varios colectivos hispanos en EEUU.

INDEPENDENCIA. Iñárritu aprovechó la ocasión de la ceremonia de Sundance para criticar el funcionamiento mercantilista de la industria de Hollywood que, a su juicio, hace un flaco favor al séptimo arte. Sus palabras fueron ovacionadas por los varios centenares de invitados que le despidieron puestos en pie.
“Entiendo que este instituto se creó para apoyar exactamente trabajos como el de Alejandro”, indicó Pat Mitchell, presidenta del Instituto Sundance, fundado en 1981 por Robert Redford y que cada año celebra en Utah el prestigioso festival de Sundance, el principal escaparate mundial de cine independiente. “Es un gran testimonio que voces como la suya, con nuevas e importantes historias y perspectivas frescas puedan lograr que se produzcan sus filmes, sean exitosos en taquilla y ganen el Oscar, aunque esa no sea la misión de Sundance”.

A Iñárritu le gusta el hecho de que le señalen como vanguardista, aunque también le resulte “un concepto peligroso” porque hoy en día se puede pasar “a estar fuera de moda en un segundo”. La gala honró también a la directora Marielle Heller cuya película The Diary of a Teenage Girl (El diario de una adolescente) ya había sido galardonada en Berlín y Palm Springs.

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Orson Welles, inédito y personal

Una productora rescata 1.000 bobinas de una película que nunca llegó a montarse

/ 10 de mayo de 2015 / 04:00

Este año se cumple un siglo del nacimiento del director de cine norteamericano Orson Welles, y 30 años de su muerte. Si todo sale bien, sus admiradores podrán celebrar ambas fechas viendo The Other Side of the Wind, una película inédita para la que Welles grabó más de 1.000 bobinas de cinta que hasta el año pasado estaban guardadas en un almacén parisino, y en las que ahora está trabajando la productora Royal Road Entertainment.

La obra se rodó entre 1970 y 1976, a intervalos y de forma caótica, y terminó fracasando por falta de fondos. Se trata de un proyecto muy personal de Welles que, si bien no es exactamente autobiográfico, se centra en la figura de un legendario director de cine venido a menos y que, después de haberse mudado a Europa, decide regresar a Hollywood para revivir su carrera. La hija y única heredera de Welles, Beatrice, dio permiso a la productora para que terminase la película.

Pelea. Hasta el momento se han catalogado todas las bobinas y se han enviado a Los Ángeles, donde se realizará el trabajo de edición y montaje. Los productores tienen aún pendiente contratar a un editor de primera línea capaz de imitar el personalísimo estilo de Welles y de imaginar cómo hubiera tratado los planos que rodó.

El escritor Josh Karp, una de las pocas personas que ha podido ver parte de The Other Side of the Wind y autor de un libro que relata los entresijos del proceso de su producción, aseguró que “Welles quería que fuera una película de 2 horas”.

La idea del filme empezó a germinar en 1937 tras una pelea a puñetazo limpio entre el director y el escritor Ernest Hemingway, por un choque de egos. Hemingway encargó a Welles que narrase su documental The Spanish Earth, sobre la Guerra Civil española. El director era entonces joven, famoso y atrevido, y decidió por su cuenta modificar el guión, para mejorarlo, lo que no sentó bien al temperamental escritor, quien tildó a Welles de homosexual. La trifulca empezó con insultos, continuó con puñetazos y acabó con risas y güisquis, según relata Karp.

Estrellas. El protagonista de The Other Side of the Wind es un cineasta muy macho, al más puro estilo John Ford, que se siente sexualmente atraído por el actor principal de la película que está rodando. John Huston interpreta al director, y también tienen papeles Oja Kodar, Peter Bogdanovich y Dennis Hopper, entre otros.

Según Karp, Welles tenía muy claro desde el principio qué quería contar y cómo contarlo. Aún así, su guion era lo suficientemente flexible, y durante el rodaje predominó la improvisación de los grande actores que conformaban el reparto: “las actuaciones son increíbles, especialmente la de John Huston y Peter Bogdanovich”. Este último describió la cinta como una obra adelantada a su tiempo, llena de ritmo intenso y planos breves.

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