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Sin llorar, los compadres festejaron en Cochabamba

Nublado y con pronóstico de llanto para los compadres. Así comenzó el día del Señor de la Sentencia, patrono de los varones que ayer festejaron, especialmente en centros de abasto del valle, donde las misas antecedieron al baile y la comilona.

En la capital cochabambina se celebró en grande la fiesta de los Compadres, donde la creencia reza que si llueve es porque los festejados han llorado. Gualberto García, con tutuma en mano y a punto de beber chicha, aseguró que las comadres “se rajaron, la estamos pasando muy bien; la fiesta ha empezado tempranito”.

Al igual que en otros mercados de la ciudad —esta fiesta está enraizada desde sus orígenes coloniales con el rubro del comercio— en el Calatayud se realizó la misa de alba cerca de las 07.30 y luego cerraron algunos puestos para organizar la misa de mediodía y decorar el galpón de papas, donde se ofició la segunda misa a las 12.00, para luego salir en procesión con el santo en hombros.

Uno de los participantes, Wilfredo Cárdenas expresó que “de tiempo es que estamos disfrutando un poco de sol en este día”. Además reconoció que aguantaron el llanto, por lo menos hasta mediodía. “No hemos llorado, todos los años había lluvia, llorábamos, pero hoy hay que festejar y estamos mejor”, contó.

Los compadres contuvieron el llanto y dieron rienda suelta al festejo. “Se están haciendo a los machos”, comentó sonriente doña Rosario. “Los vamos a festejar bien porque no están llorando, son machos y valientes”, dijo otra de las comerciantes y aseguró que “nos vamos a rajar para que ellos también nos atiendan bien el próximo jueves”.

Primero fue la misa para el santo, el Señor de la Sentencia, a quien le pidieron “salud y trabajo”. “Que nos bendiga a todos los del mercado y que sigamos teniendo clientela”, pidió Cárdenas.

Las comadres prepararon la comida. Se vio de todo: desde la ch’anka de pollo, hasta lechón, p’ampacu y picante mixto. Tampoco faltó la chicha y, tras la comilona, llegó el baile. Una cueca inició la fiesta y luego, la mojazón. Las autoridades municipales no faltaron: recorrieron los diferentes mercados, al igual que los candidatos a la Alcaldía y concejalías de diferentes agrupaciones políticas que, siguiendo la tradición, visitaron a los compadres porque en Carnaval, “todo vale”.