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Stewart cede trono de la sátira política en EEUU

Jon Stewart dejará el programa The Daily Show tras más de 16 años como azote de los conservadores e informador de referencia para una generación desencantada con la política y los medios tradicionales.

“No tengo ningún plan específico, tengo muchas ideas en la cabeza. Voy a cenar entre semana con mi familia, que he oído por múltiples fuentes que son una gente maravillosa”, explicó el presentador con su característico humor afilado al terminar el programa del martes.

Stewart, de 52 años, se puso al frente de The Daily Show el 11 de enero de 1999, cuando el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton se enfrentaba a una posible destitución por su affaire con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky.

El humorista, que reemplazó a Craig Kilborn, convirtió este programa diario nocturno del canal Comedy Central en uno de los espacios de referencia de la televisión estadounidense, con un total de 20 premios Emmy. Un referente en la información política interior, con tono irónico y a la vez fiable en los datos.

Adorado por los progresistas y demonizado por los conservadores, Stewart no intentó nunca ser neutral en su comentario mordaz sobre la política y los medios estadounidenses. Desde la sorna y, en ocasiones, la más profunda indignación, el presentador se despachó sin reparos contra la administración de George W. Bush, la información convertida en entretenimiento, el bloqueo del Congreso y el movimiento ultraconservador del Tea Party.

Stewart tiene contrato con la cadena hasta septiembre, pero está en conversaciones para quizás adelantar su salida o bien posponerla hasta fin de año. “Conducir este programa ha sido una oportunidad increíble. El honor de mi carrera. Pero en mi corazón sé que es el momento de que otra persona pueda tener esta oportunidad”.