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Confirmado: restos son de Cervantes

El forense y director de la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes, Francisco Etxebarria, confirmó que “es posible considerar que entre los fragmentos” encontrados en la cripta de la iglesia madrileña de las Trinitarias “se encuentran algunos” pertenecientes al escritor, sin “discrepancias”.

La agencia EFE informó el 11 de marzo sobre el hallazgo de los restos de Cervantes y su esposa, Catalina de Salazar, cuyos detalles develaron ayer los investigadores en una rueda de prensa, a la que asistió también la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien afirmó que este importante hallazgo contribuye a la historia y la cultura de España.

Nacido en 1547 en Alcalá de Henares, cerca de Madrid, Cervantes, que publicó El Quijote en dos partes en 1605 y 1615, vivió sus últimos años en el centro de la capital española, donde, según documentos históricos, fue enterrado el 23 de abril de 1616 en la iglesia del convento de las Trinitarias Descalzas.

   Con el paso del tiempo y las obras en el lugar se perdió el rastro de su sepultura, caída en el olvido durante cuatro siglos, hasta que se inició su búsqueda en marzo de 2014.

Desde entonces el equipo rastreó y descifró olvidados documentos históricos, sondeó con un georradar el suelo del convento donde viven aún las religiosas, perforó un camino hacia una minúscula cripta subterránea… Y acabó descubriendo los restos de 300 personas donde en principio creían que solo habría los restos de ocho.

“A la vista de toda la información generada en el caso de carácter histórico, arqueológico y antropológico, es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción localizada en el suelo de la cripta se encuentran algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes”, afirmó Etxebarria a la agencia AFP.

“Son muchas las coincidencias y no hay discrepancias”, añadió Etxebarria, experto internacional que participó en la autopsia del presidente chileno Salvador Allende, muerto durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet en septiembre de 1973. No obstante, los restos, en muy mal estado y todos mezclados, no pudieron ser individualizados, explicó la arqueóloga Almudena García-Rubio.    “Por eso somos prudentes”, reconoció Etxebarria. “Y al mismo tiempo estamos convencidos de que tenemos en esos fragmentos algo de Cervantes”, subrayó.

Es un hallazgo que “desde el punto de vista literario no aporta gran cosa”, considera Jean Canavaggio, especialista de Cervantes. “Lo que se debe retener es que se trata de un personaje con una vida absolutamente apasionante”, agrega, considerando que inventó la novela moderna al “dar la palabra a sus personajes en lugar de relatar desde fuera lo que les ocurre”.

No se practicaron pruebas de ADN porque, según informó el forense Francisco Etxebarria, solamente podría contrastarse con el de una hermana del autor, enterrada en otro convento.

El valor histórico de don Quijote

El experto Jean Canavaggio explicó que: “Cervantes creó la novela moderna. Dio la palabra a sus personajes en lugar de relatar desde el exterior lo que les sucede. Así, interiorizan de algún modo su aventura. Don Quijote y su escudero Sancho Panza pertenecen a clases sociales totalmente diferentes, cada uno tiene un punto de vista sobre el mundo y eso da a la aventura su complejidad. En el siglo XVII su novela fue muy apreciada, pero no se le consideró como un gran escritor. Simboliza un poco a la España de su tiempo: el personaje que encarna su decadencia”. AFP, París