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Filme ‘Eco del humo’ habla de migración desde un romance

‘Eco del humo’, ópera prima de Juan Álvarez, se estrenará el martes 31 de marzo en el Cine Teatro 6 de Agosto a las 19.00. El filme independiente aborda la temática de la migración a través de la historia de una pareja. “El estreno y proyección en cine me interesa una sola vez en esta ocasión, pero la película estará todos los sábados de abril en Casa Espejo (Av. 20 de Octubre 2659) a las 19.00. Elegí el cine 6 de Agosto porque me parece una sala muy linda”, explicó el cineasta.

La película aborda la migración y el sentimiento del migrante a través de una pareja. “Tengo como protagonistas al reconocido actor del Teatro Trono Luis Montoya y a Patricia Prada. Es una película independiente”.

Eco del humo participó en el Festival de Cine Pachamama (Río Branco, Brasil) y en el Festival de Cine de Guadalajara (México).“Estuve en el Bafici (Argentina), donde gané una beca para ir a España a la Fundación para la Investigación del Audiovisual”, recordó.

También fue seleccionado en el Taller Colón para Jóvenes Cineastas Emergentes de Latinoamérica de la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (TYPA) de Argentina, donde fue el primer boliviano en participar del encuentro. 

“Había viajado a Europa y también había vivido en el campo y sentí eso de estar al medio y de no pertenecer a ningún lado. Esa es la sensación de desasosiego, de no tener país, es lo que busco mostrar en esta película”, explicó.

El filme tuvo un proceso largo de desarrollo. “Fue una película con recorrido, la trabajamos desde 2007. Muestro cómo uno se quiere ir de un lugar, pero no puedes estar en cualquier otro; es como sucede con una pareja muy diferente y muy igual a la vez”.  Durante el proceso, el cineasta hizo una videoinstalación ligada a este tema en 2009. “Fue sobre la misma película para el Siart, conseguí el premio de Arte Joven”.

Álvarez también hurgó en lo afectivo y en el campo político. “Busco cuestionar qué somos los bolivianos y hacia dónde queremos ir y es que el proceso de escritura fue muy natural. El guion mutó muchas veces y tuvo siete tratamientos, pero llegué al punto en el que contengo todas las experiencias”, indicó el paceño. Finalmente, la ciudad es una constante en el filme porque Álvarez explora la urbe.