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‘Eco de humo’: jugar a las apariencias

Eco de humo, ópera prima de Juan Álvarez-Durán, cuenta la historia de un (des) encuentro de una pareja de jóvenes. Geraldine es una turista española que visita Bolivia. Santiago es un taxista que viene a recogerla y hace a veces de guía turístico. De a poco, la historia parece desenvolverse en una historia de amor entre ambos, al menos eso es lo que parece desde la perspectiva de él.

La narración de Álvarez-Durán reposa justamente sobre la idea de las apariencias, lo que fuerza que las relaciones humanas y la pregunta sobre la identidad estén marcadas por el signo del conflicto. Así pues, Santiago busca hacer creer a su familia que vive en España y que ha encontrado el amor de su vida. Él ha construido alrededor de su propia identidad una ilusión para esconder cierta impotencia. Mientras que Geraldine va a aparentar tener un interés por Santiago el tiempo suficiente, el tiempo que dure la visita turística por la ciudad.

En este juego de ilusiones se destila una reflexión sobre la identidad boliviana (¿que se construye como mera apariencia?) a partir de un ensayo visual. Para esto, Álvarez-Durán crea un rompecabezas que interpela al espectador. Aquí, las pistas, desde las imágenes tipo “postal” de la ciudad, pasando por las referencias pictóricas e incluso antropológicas, se constituyen como el inicio de una pregunta, la que solo el trayecto ficcional del espectador puede responder.

La película será proyectada todos los sábados de abril en el Cine Club El Espejo (Av. 20 de Octubre 2659-A, casi esq. Campos) y el 31 de marzo en el cine 6 de Agosto (Av. 6 de Agosto).