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Friday 19 Apr 2024 | Actualizado a 02:48 AM

La mayor montaña de huevos de pascua pintados a mano se alza en Viena

Detrás de esta creación hay alrededor de 120 personas que trabajan durante todo el año dando color a las bolas de navidad y los huevos de pascua.

/ 31 de marzo de 2015 / 00:51

La mayor montaña de huevos de pascua de Europa se alza estos días, con más de 40.000 unidades pintadas artesanalmente, en la plaza Freyung, una de las más grandes del casco antiguo de Viena.

Según la Oficina de Turismo de Viena, el tradicional Mercado de Pascua de Freyung se congratula, por vigésimo sexto año consecutivo, de lograr esa acumulación de huevos en un amplio abanico de colores, diseños y tamaños, que podrán verse y comprarse hasta el 6 de abril.

Detrás de esta creación hay alrededor de 120 personas que trabajan durante todo el año dando color a las bolas de navidad y los huevos de pascua.

Peter Priess es la empresa vienesa fundada en 1975 que desde sus inicios ha ido creciendo en el sector de la decoración para las festividades que consideran más emotivas del año, Navidad y Pascua.

Sus diseños exclusivos hechos a mano llegan a países de todo el mundo, contó a Efe una trabajadora de la firma.

«Depende del diseño de cada uno podemos dedicar a un solo huevo desde 20 minutos hasta 2 horas», añadió.

Color y fantasía se despliegan cada año en este y otros mercadillos de pascua, ubicados en algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como en el Palacio de Schönbrunn, la antigua residencia veraniega de la Corte de los Habsburgo, en la plaza de Am Hof o en el patio del antiguo Hospital General.

Además de los tradicionales huevos duros pintados y los muy codiciados de chocolate, venden palmas y diseños florales, motivos decorativos y otras artesanías de Austria.

Estos mercados ofrecen también una variada degustación culinaria, y todo a ritmo de música que hacen que adultos paseen a gusto mientras los más pequeños disfrutan de las distintas actividades y talleres de Pascua que se organizan en cada uno de ellos.

Los huevos y conejos de Pascua son también protagonistas de la decoración de escaparates de todo tipo de tiendas y sobretodo de pastelerías y confiterías de la ciudad, donde se ofrecen deliciosos huevos y conejos de chocolate, huecos o rellenos de mazapán, licor o merengue.

Se comen especialmente el domingo de Pascua, cuando los huevos protagonizan la magia de esta festividad en Centroeuropa, pero para ello los pequeños tienen que buscarlos -y encontrarlos- por todos los rincones de la casa o, mejor, entre arbustos y flores de un jardín o parque, donde «el conejo» los escondió.

Esta tradición la siguen en distintos países europeos donde se asocia el huevo con la fertilidad, ya que, como dice la creencia, pasado el invierno las aves regresan a tierras nórdicas y ponen allí sus primeros huevos.

Según señala el mito antiguo, el origen de la festividad de Pascua viene por la diosa mesopotámica Ishtar, diosa del amor y la guerra, de la vida y de la fertilidad que nació de un huevo.

Precisamente para representarla se usa el huevo y la liebre como símbolos de fertilidad, amor y vida.

Y junto con la tradición cristiana, que incorporó los huevos como símbolo de una «vida nueva» que nos brinda el Jesucristo resucitado, surge la costumbre de regalar huevos en países como Austria, Alemania, Polonia, Eslovaquia y Reino Unido.

El domingo de Pascua, 5 de abril, Viena despedirá la festividad en el Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo donde tendrá lugar un desfile y se organizarán distintas actividades infantiles, actuaciones teatrales y otros espectáculos

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Viena planea construir el edificio más alto del mundo hecho con madera

Para los pilares, se usará madera de haya, mientras que las paredes y los techos emplearán pícea, un árbol parecido al abeto.

/ 15 de abril de 2015 / 14:16

Evolucionar desde las cabañas de madera de nuestros antepasados a los rascacielos bajo el ideal del respeto al medioambiente y la sostenibilidad. Eso es lo que quieren lograr los impulsores de Hoho, un edificio de 84 metros que, cuando esté listo en 2018, será el más alto del mundo construido con madera.

«Personalmente, pienso que es absolutamente necesario reducir el consumo de energía en la industria de la construcción, y por esta razón el interés en construir con madera es cada vez mayor», explica a Efe Gert Walden, jefe de prensa de RLP Rüdiger Lainer + Partner, el estudio arquitectónico que ha diseñado el proyecto.

Según esta empresa, en la construcción de este edificio, hecho en un 75 por ciento con madera, se emitirán 2.800 toneladas de CO2 menos que en una estructura de hormigón, lo que equivale a conducir un coche 40 kilómetros cada día durante 1.300 años.

La idea de HoHo consiste en dos torres hechas en un 75 por ciento con madera, una de ellas con una altura de 84 metros y dividida en 25 pisos.

Para reforzar esa impronta ecológica, el plan es usar solo maderas producidas localmente en Austria, donde el 47 por ciento del territorio está cubierto de bosques.

Para los pilares, se usará madera de haya, mientras que las paredes y los techos emplearán pícea, un árbol parecido al abeto.

El uso de la madera y la instalación de paneles solares permitirá que el edificio pueda ser considerado pasivo en lo que respecta al consumo de energía, es decir, será prácticamente autosuficiente en lo que respecta a la calefacción y refrigeración.

Según Walden, el consumo energético en el edificio será de 15 kWh/m²/a (Kilowatios hora por metro cuadrado útil al año), mientras que el consumo medio en Europa es de 130 kWh/m²/a.

El proyecto es una idea de Caroline Palfy, directora ejecutiva de la promotora austríaca Cetus Baudevelopment.

Palfy asegura que la razón principal por la cual se escogió la madera como material principal fue por los beneficios medioambientales que aporta en comparación con otros materiales, como el acero o el hormigón.

«Como madre de dos niños, el uso responsable de los recursos es primordial. Por eso queremos que Hoho represente sostenibilidad», argumenta.

El coste del proyecto se estima en unos 60 millones de euros y su filosofía, según Palfy, responde al concepto de «todo bajo un mismo techo».

En este sentido, el edificio pretende reunir el trabajo, el ocio y la familia en un mismo lugar, ofreciendo servicios de hostelería y restauración, apartamentos y oficinas para alquilar y dedicando también un espacio a las áreas de salud, belleza y bienestar.

Un concepto de ciudad inteligente que encaja bien en el entorno en el que está previsto levantar estas torres de madera: Seestadt Aspem, en Viena, un lugar precursor en Europa del desarrollo urbano sostenible y el uso responsable de los recursos.

Pero para que HoHo Viena pueda pasar de los planos a la realidad y estar construido en 2018, sus impulsores deben aún aclarar con las autoridades cuestiones relativas a la seguridad del proyecto.

«Necesitamos tener aún los resultados de varias pruebas que aseguren que la seguridad de este edificio de madera es comparable a la de cualquier otro hecho de hormigón», argumenta Christian Wegner, portavoz del servicio de bomberos de Viena.

Desde el estudio de arquitectos se asegura que el sistema de protección contra incendios ha sido diseñado en cooperación con las autoridades urbanísticas y satisface las disposiciones específicas para edificios de madera.

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La mayor montaña de huevos de pascua pintados a mano se alza en Viena

Detrás de esta creación hay alrededor de 120 personas que trabajan durante todo el año dando color a las bolas de navidad y los huevos de pascua.

/ 31 de marzo de 2015 / 00:51

La mayor montaña de huevos de pascua de Europa se alza estos días, con más de 40.000 unidades pintadas artesanalmente, en la plaza Freyung, una de las más grandes del casco antiguo de Viena.

Según la Oficina de Turismo de Viena, el tradicional Mercado de Pascua de Freyung se congratula, por vigésimo sexto año consecutivo, de lograr esa acumulación de huevos en un amplio abanico de colores, diseños y tamaños, que podrán verse y comprarse hasta el 6 de abril.

Detrás de esta creación hay alrededor de 120 personas que trabajan durante todo el año dando color a las bolas de navidad y los huevos de pascua.

Peter Priess es la empresa vienesa fundada en 1975 que desde sus inicios ha ido creciendo en el sector de la decoración para las festividades que consideran más emotivas del año, Navidad y Pascua.

Sus diseños exclusivos hechos a mano llegan a países de todo el mundo, contó a Efe una trabajadora de la firma.

«Depende del diseño de cada uno podemos dedicar a un solo huevo desde 20 minutos hasta 2 horas», añadió.

Color y fantasía se despliegan cada año en este y otros mercadillos de pascua, ubicados en algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como en el Palacio de Schönbrunn, la antigua residencia veraniega de la Corte de los Habsburgo, en la plaza de Am Hof o en el patio del antiguo Hospital General.

Además de los tradicionales huevos duros pintados y los muy codiciados de chocolate, venden palmas y diseños florales, motivos decorativos y otras artesanías de Austria.

Estos mercados ofrecen también una variada degustación culinaria, y todo a ritmo de música que hacen que adultos paseen a gusto mientras los más pequeños disfrutan de las distintas actividades y talleres de Pascua que se organizan en cada uno de ellos.

Los huevos y conejos de Pascua son también protagonistas de la decoración de escaparates de todo tipo de tiendas y sobretodo de pastelerías y confiterías de la ciudad, donde se ofrecen deliciosos huevos y conejos de chocolate, huecos o rellenos de mazapán, licor o merengue.

Se comen especialmente el domingo de Pascua, cuando los huevos protagonizan la magia de esta festividad en Centroeuropa, pero para ello los pequeños tienen que buscarlos -y encontrarlos- por todos los rincones de la casa o, mejor, entre arbustos y flores de un jardín o parque, donde «el conejo» los escondió.

Esta tradición la siguen en distintos países europeos donde se asocia el huevo con la fertilidad, ya que, como dice la creencia, pasado el invierno las aves regresan a tierras nórdicas y ponen allí sus primeros huevos.

Según señala el mito antiguo, el origen de la festividad de Pascua viene por la diosa mesopotámica Ishtar, diosa del amor y la guerra, de la vida y de la fertilidad que nació de un huevo.

Precisamente para representarla se usa el huevo y la liebre como símbolos de fertilidad, amor y vida.

Y junto con la tradición cristiana, que incorporó los huevos como símbolo de una «vida nueva» que nos brinda el Jesucristo resucitado, surge la costumbre de regalar huevos en países como Austria, Alemania, Polonia, Eslovaquia y Reino Unido.

El domingo de Pascua, 5 de abril, Viena despedirá la festividad en el Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo donde tendrá lugar un desfile y se organizarán distintas actividades infantiles, actuaciones teatrales y otros espectáculos

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La mayor montaña de huevos de pascua pintados a mano se alza en Viena

Detrás de esta creación hay alrededor de 120 personas que trabajan durante todo el año dando color a las bolas de navidad y los huevos de pascua.

/ 31 de marzo de 2015 / 00:51

La mayor montaña de huevos de pascua de Europa se alza estos días, con más de 40.000 unidades pintadas artesanalmente, en la plaza Freyung, una de las más grandes del casco antiguo de Viena.

Según la Oficina de Turismo de Viena, el tradicional Mercado de Pascua de Freyung se congratula, por vigésimo sexto año consecutivo, de lograr esa acumulación de huevos en un amplio abanico de colores, diseños y tamaños, que podrán verse y comprarse hasta el 6 de abril.

Detrás de esta creación hay alrededor de 120 personas que trabajan durante todo el año dando color a las bolas de navidad y los huevos de pascua.

Peter Priess es la empresa vienesa fundada en 1975 que desde sus inicios ha ido creciendo en el sector de la decoración para las festividades que consideran más emotivas del año, Navidad y Pascua.

Sus diseños exclusivos hechos a mano llegan a países de todo el mundo, contó a Efe una trabajadora de la firma.

«Depende del diseño de cada uno podemos dedicar a un solo huevo desde 20 minutos hasta 2 horas», añadió.

Color y fantasía se despliegan cada año en este y otros mercadillos de pascua, ubicados en algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como en el Palacio de Schönbrunn, la antigua residencia veraniega de la Corte de los Habsburgo, en la plaza de Am Hof o en el patio del antiguo Hospital General.

Además de los tradicionales huevos duros pintados y los muy codiciados de chocolate, venden palmas y diseños florales, motivos decorativos y otras artesanías de Austria.

Estos mercados ofrecen también una variada degustación culinaria, y todo a ritmo de música que hacen que adultos paseen a gusto mientras los más pequeños disfrutan de las distintas actividades y talleres de Pascua que se organizan en cada uno de ellos.

Los huevos y conejos de Pascua son también protagonistas de la decoración de escaparates de todo tipo de tiendas y sobretodo de pastelerías y confiterías de la ciudad, donde se ofrecen deliciosos huevos y conejos de chocolate, huecos o rellenos de mazapán, licor o merengue.

Se comen especialmente el domingo de Pascua, cuando los huevos protagonizan la magia de esta festividad en Centroeuropa, pero para ello los pequeños tienen que buscarlos -y encontrarlos- por todos los rincones de la casa o, mejor, entre arbustos y flores de un jardín o parque, donde «el conejo» los escondió.

Esta tradición la siguen en distintos países europeos donde se asocia el huevo con la fertilidad, ya que, como dice la creencia, pasado el invierno las aves regresan a tierras nórdicas y ponen allí sus primeros huevos.

Según señala el mito antiguo, el origen de la festividad de Pascua viene por la diosa mesopotámica Ishtar, diosa del amor y la guerra, de la vida y de la fertilidad que nació de un huevo.

Precisamente para representarla se usa el huevo y la liebre como símbolos de fertilidad, amor y vida.

Y junto con la tradición cristiana, que incorporó los huevos como símbolo de una «vida nueva» que nos brinda el Jesucristo resucitado, surge la costumbre de regalar huevos en países como Austria, Alemania, Polonia, Eslovaquia y Reino Unido.

El domingo de Pascua, 5 de abril, Viena despedirá la festividad en el Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo donde tendrá lugar un desfile y se organizarán distintas actividades infantiles, actuaciones teatrales y otros espectáculos

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