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Cenicienta

La factoría Disney lanzó al mercado un nuevo producto de consumo masivo. Recurriendo a su pasado, cita un clásico de su historia con mucha elocuencia y en toda su dimensión. Cenicienta, de Kenneth Branagh, lleva a la pantalla la versión de carne y hueso de aquel largometraje de dibujos animados que contribuyó a la construcción del imaginario de princesas Disney.

Es la condición de “adaptación” de la animación la que propina un primer blindaje al filme. Lo que aquí sucede ya se vio en los dibujos animados de 1950, con esta intención es que el director opta por hacer el rodaje en material fílmico y hacer construir todos los sets para evitar —en cierta medida— los efectos especiales. Es un mundo acartonado en el que la psicología de los personajes tampoco se agudiza, aquí se prioriza la trama romántica en vez de la fantástica, se percibe la intención de trabajar más en un sentido dramático intentando hacer que la cinta sea una obra de texto, cuando a todas luces no lo es.

Con Cate Blanchett en el papel de madrastra y un vestuario que enriquece sustancialmente la propuesta, con decorados extraordinarios que recuerdan al mejor cine de época y sostenida por la memoria que deja su antecesora, la película no alcanza a brillar y queda extraviada como un cuento de hadas en un tiempo posmaterialista y digital.

El discurso parece estar caduco, pero la insistencia del sistema por repetir la historia para propiciar su característica mitológica, en un continente que se liberó de los reinos, constituye una precisa urgencia por reinsertar estructuras de dominación en las que si se tolera el abuso, finalmente llegará la redención.

Esta historia de una huerfanita sometida al poder externo, quien se libera solo con la presencia de alguien superior y no por sus propios medios, es la fábula de un pasado reciente que hoy volvemos a consumir.

Pistas

Kenneth Branagh

Es conocido por su carrera como actor, en la que figuran papeles de éxitos como Wild Wild West (1999), Harry Potter y la cámara secreta (2002) o, más recientemente, Mi semana con Marilyn (2011). Como director fue el responsable de llevar a la pantalla grande Thor (2011) y en diferentes oportunidades realizó adaptaciones de obras de Shakespeare. Su versión de Frankenstein, basada en el libro de Mary Shelley, fue estrenada en 1994, y cuenta con la participación en el papel protagónico de Robert de Niro.

‘Downton Abbey’

Por lo pronto, la Tv le ganó la batalla al cine, su capacidad de innovación y el de-sarrollo de sus formas de escritura en guiones merecen todos los aplausos. No solo es la producción norteamericana, Gran Bretaña brindó series que conquistaron al público. En esta guerra de baja intensidad, la industria cinematográfica va reinventando su star system. Hoy las estrellas llegan desde la pantalla chica, es el caso de Lily James (Cenicienta), quien ya fue figura de Downton Abbey, de la que se anunció una quinta temporada en 2015.

Cate Blanchett

Ganó el Oscar en dos oportunidades: El aviador (2002) y Blue Jasmine (2014). Su extensa carrera incluye filmes como Babel (2006) o Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008). Su participación en cintas de época le valió los más grandes reconocimientos: Elizabeth (1998) y Elizabeth: la edad de oro (2007). Blanchett es una de las actrices más importantes de este tiempo, su versatilidad y su capacidad de interpretación la convierten en una de las profesionales mejor cotizadas.