La hija de Guillermo y Catalina se llama Carlota Isabel Diana
Monarquía. Los tres nombres se encontraban en la nómina de los preferidos de la población inglesa
La hija del príncipe Guillermo y Catalina, nacida el sábado, se llama Carlota Isabel Diana, anunció la Casa Real británica. “La bebé será conocida como Su alteza real princesa Carlota de Cambridge”, en lo que parece un homenaje a su abuelo paterno, Carlos.
Su nombre completo, Carlota Isabel Diana, incluye además un recuerdo a la bisabuela de la niña, la reina Isabel II, y a su abuela, la fallecida princesa Diana de Gales, quien es muy recordada todavía por los británicos.
Los tres nombres elegidos se encontraban entre los favoritos en las apuestas que se hicieron en Gran Bretaña, aunque el que tenía más apoyo era Alicia. El comunicado de la Casa Real fue publicado mientras Londres rendía tributo a la princesa Carlota, que nació sin complicaciones el sábado y fue mostrada durante ese mismo día a los medios que aguardaban ante el hospital Saint Mary (de la capital británica).
Más de 100 cañonazos y las campanas de la abadía de Westminster saludaron la llegada de la nueva princesa, segunda hija de Guillermo y Catalina y hermana del príncipe Jorge. En cuanto el Big Ben, el famoso reloj del Parlamento, dio las dos de la tarde, el regimiento real de artillería a caballo empezó a disparar 62 salvas de cañón desde la Torre de Londres y, simultáneamente, 41 desde Hyde Park, con intervalos de diez segundos.
Como es una tradición, todos los príncipes y princesas son saludados con cañonazos a su llegada al mundo, indistintamente de la posición que ocupen en la línea sucesoria. La niña, cuarta en el orden de sucesión a la corona de su bisabuela Isabel II, nació el sábado y recibirá el tratamiento de “princesa de Cambridge”. Ayer la Casa Real anunció que se llamará Carlota Isabel Diana.
Las salvas de cañón son una costumbre naval que tenía por misión demostrar que un barco llegaba a un puerto en son de paz, disparando al mar su munición. La cantidad de cañonazos se determinó de la siguiente manera: los 21 que constituyen tradicionalmente el saludo real, más 20 porque se dispararon desde dependencias reales, dado que la Torre de Londres es un palacio real y Hyde Park es un parque real.
Los otros 21 de la Torre de Londres, hasta completar 62, fueron ofrecidos por la ciudad como signo de lealtad a la monarquía. Al mismo tiempo que comenzaron los cañonazos, las campanas de la abadía de Westminster empezaron a repicar y lo hicieron durante tres horas.