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Ruanda: Del país del genocidio al paraíso tecnológico africano

El Gobierno ruandés es uno de los principales impulsores de este espacio para desarrolladores de software, donde pueden trabajar, usar internet y recibir asesoramiento gratuito.

/ 5 de junio de 2015 / 12:27

Las calles a las que hace dos décadas solo salían quienes llevaban un machete han sido tomadas hoy por jóvenes con portátiles, teléfonos inteligentes y todo tipo de «gadgets»: son las nuevas armas con las que los ruandeses quieren reescribir su historia.

La generación que no ha vivido el genocidio de 1994 -aquella primavera en la que fueron asesinadas cerca de 800.000 personas- ve en la tecnología una promesa de «desarrollo, progreso y éxito en la vida», explica a Efe Aphrodice Mutangana, un emprendedor de la incubadora de empresas KLab, en Kigali.

Unas oficinas diáfanas, decoradas con colores vivos y donde se cruzan cables y portátiles con máquinas de «snacks» y un futbolín activan la fantasía de entrar en el Google africano en los jóvenes que visitan el KLab por primera vez. Llegan sin trabajo, pero con buenas ideas.

«La K es por «knowledge» («conocimiento», en inglés), aunque algunos creen que es por (el presidente de Ruanda, Paul) Kagame», bromea Aphrodice, en una entrevista durante un viaje organizado por la International Women’s Media Foundation (IWMF).

No en vano, el Gobierno ruandés es uno de los principales impulsores de este espacio para desarrolladores de software, donde pueden trabajar, usar internet y recibir asesoramiento gratuito.

Joseph Manzy es uno de sus casos de éxito. Él y sus socios han creado una aplicación móvil que ayuda a los productores de leche, una de las principales industrias del país, a conectar con el mercado para aumentar sus ventas.

El propio Mutangana recaudó 1,7 millones de dólares para supervivientes del genocidio a través de «Incike», una aplicación por SMS, y ha creado otra de alfabetización sanitaria, MHealth, que recopila síntomas de enfermedades comunes en un país donde hace tres años había menos de 200 especialistas.

Sus hazañas suman argumentos al plan gubernamental «Vision 2020», que afirma que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) van a sacar a Ruanda de la pobreza.

El objetivo, transformar Ruanda en una economía de renta media, se logra a pasos agigantados: desde 2000, se ha pasado de una renta per cápita de 230 a 630 dólares y la pobreza se ha reducido en un 20 por ciento, según datos del Banco Mundial.

Aunque el programa aspira a llegar a una renta media de 900 dólares y quiere reducir la pobreza al 30 %, el objetivo de esperanza de vida ya se ha cumplido, al llegar a los 64 años.

Pasar de una economía agraria a otra de la información y el conocimiento es la clave de esta revolución, que se fragua con inversiones en infraestructuras, la expansión del teléfono e internet y la oficialidad del inglés, que ha hecho bilingüe a una población que ya hablaba francés.

Más allá del ático del KLab, en el país que quiere ser el centro tecnológico del este africano, la mayoría trabaja en colinas sembradas de bananas, sorgo o té, por salarios que no superan los 30.000 francos ruandeses al mes (unos 40 euros).

Exceptuando el té, el café y las flores, la productividad del campo es tan escasa que solo aporta el 32 % al PIB, pese a emplear al 85 % de la población.

En su choza, amueblada con cajas de grano sobre un suelo de tierra, Mutumwinka Jackline enumera las dificultades que tiene para sobrevivir con el maíz que cultiva en la aldea de Ubwiza, en el este del país, y la leche que da una de sus escuálidas vacas; la otra ni siquiera produce.

A las afueras de Kigali, un grupo de viudas del genocidio relata sus esfuerzos para que la granja de cerdos les salga rentable. «Es muy difícil conseguir para comer», dice Mukankubiyo Epiphanie, que aprovecha las sobras de su puesto de comidas para alimentar a los animales.

A sus hijos y nietos les espera un futuro más brillante, augura el Gobierno ruandés. Y las TIC, que por el momento solo representan el 3 % del PIB, se presentan como el mejor aval.

No en vano, Ruanda es el primer país en políticas de promoción de las TIC para la transformación social y económica, según un informe del Foro Económico Mundial.

«Todos nosotros, nuestra generación, queremos desarrollo, progreso, no queremos ser como éramos antes. Queremos soluciones para esta África y esta Ruanda», resume Aphrodice.

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Pistorius reza ante el tribunal que fija su juicio por asesinato para 2014

El juicio comenzará semanas después del primer aniversario de la muerte de la modelo, la madrugada del pasado Día de San Valentín, cuando el cuerpo de Steenkamp, de 29 años, fue encontrado sin vida con varios disparos en la casa del atleta en Pretoria.

/ 19 de agosto de 2013 / 13:36

El atleta sudafricano Oscar Pistorius rezó y lloró hoy ante el tribunal de Pretoria que ordenó juzgarle el próximo 3 de marzo por asesinar a tiros a su novia, la modelo Reeva Steenkamp.

El mismo día en que su malograda pareja habría cumplido 30 años, el deportista, primer corredor con las piernas amputadas que consiguió participar en unos Juegos Olímpicos, fue informado en una vista que podrá ser condenado a cadena perpetua en el caso de ser hallado culpable.

De dictarse ese castigo, Pistorius, que tiene 26 años, sería sentenciado a un mínimo de 25 años de encarcelamiento en Sudáfrica.

El atleta, quien aseguró hoy ante el Tribunal de la Magistratura de Pretoria que desconocía los cargos que la Fiscalía tenía contra él, estuvo rezando en compañía de sus hermanos Carl y Aimee hasta minutos antes de conocer su acusación formal de asesinato.

A su entrada, vestido con un traje oscuro y sobrio, encontró a su hermana sumida en el llanto.

Le tendió la mano y, juntos, los tres hermanos Pistorius iniciaron una oración silenciosa, dando la espalda a los fotógrafos, momentos antes de que diera comienzo a la sesión.

Se encontraba bien, «dadas las circunstancias», según corroboró al magistrado Desmond Nair el atleta, apodado «Blade Runner» («Corredor cuchilla») por las prótesis de carbono que utiliza para correr.

Al conocer que podría enfrentarse a una larga condena, el velocista lloró y se secó hoy las lágrimas cabizbajo y emocionado ante el tribunal, donde se encontraban los parientes de la mejor amiga de su novia, los Myers.

Miembros de esta familia están llamados a declarar en el juicio, que se celebrará hasta el 20 de marzo, junto a un centenar de testigos convocados por la Fiscalía.

Médicos, expertos en balística y forenses también figuran en la lista de las 107 personas que deberán testificar ante el Tribunal Superior de Pretoria, al que se ha trasladado la causa tras la vista de hoy.

El juicio comenzará semanas después del primer aniversario de la muerte de la modelo, la madrugada del pasado Día de San Valentín, cuando el cuerpo de Steenkamp, de 29 años, fue encontrado sin vida con varios disparos en la casa del atleta en Pretoria.

El corredor ha confesado que disparó a su novia al confundirla con un intruso que había entrado en su domicilio.

«Disparé un tiro -arguyó el velocista- y le grité a Reeva que llamara la Policía, pero al regresar a la cama ella no estaba allí».

El escrito de la Fiscalía presentado hoy en el tribunal mantiene, sin embargo, que Pistorius mató a su novia de forma premeditada, y además suma el delito de tenencia ilegal de armas.

El sudafricano seguirá en libertad provisional hasta el juicio, condición que le fue concedida ocho días después del suceso ante la inconsistencia de las pruebas aportadas por la Fiscalía.

Al finalizar la vista, que no duró más de 15 minutos, Pistorius fue abrazado por su familia y juntos fueron escoltados fuera del juzgado por una veintena de agentes.

El cinturón policial aisló al acusado del enjambre de periodistas que intentaron acceder a él a la puerta del juzgado, donde habían esperado desde primera hora de la mañana.

También en el exterior, un activista en defensa de los derechos de los presos sudafricanos, Golden Miles Bhudu, ofrecía «consejos gratis» al deportista, encadenado y vestido con un uniforme naranja de presidiario.

«Oscar Pistorius, no necesitas asesores ni los mejores abogados en la tierra. Lo único que necesitas es decir la verdad. La verdad nos hará libres», rezaba su cartel.

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