“Esta es una película muy dura, muy triste, pero que también habla de esperanza y entereza”, definió el director Paolo Agazzi a su documental Corazón de dragón, cuya premier se llevará a cabo el martes 7 de julio en la Cinemateca Boliviana.
El filme reúne ocho historias de niños que viven con cáncer, provenientes de las ciudades de Potosí, Sucre, Oruro, El Alto y La Paz. La cinta también revela la situación en la que están y las dificultades que encara el Hospital del Niño para atenderlos.
La iniciativa tuvo su origen en el representante residente del Banco Mundial, Faris Hadad-Zervos. La institución financió una sala de oncología para el nosocomio infantil. Allí Hadad-Zervos conoció a Sebastián, cuya historia inspira el filme.
“Sebastián tiene una variedad de cáncer tan rara que solo hay nueve casos registrados en el mundo: cáncer al corazón. Pese a que lo desahuciaron, el niño no perdió las ganas de vivir y excedió expectativas al responder al tratamiento”, contó el director.
La filmación comenzó en julio de 2014. La premier será el martes 7 de julio a las 19.30 en la Cinemateca (Óscar Soria 100). Luego habrá funciones especiales destinadas a recaudar fondos para ayudar al Hospital del Niño.
El filme no es un documental convencional. Fue creado para ser proyectado en salas de cine. “Hemos incluido elementos que lo alejan de lugares comunes. No tenemos un narrador omnisciente. Hay videoclips musicales, compuestos por Alejandro Rivas y añadimos animación”, agregó. La animación stop motion se hizo con figuras de origami, gran pasión de Sebastián, que aprendió el arte de doblar el papel. Su figura favorita es el dragón, por eso la cinta lleva ese nombre.