Tailandeses celebran un ritual con armas fálicas
Tradicional. El Phi Ta Khon mezcla budismo y animismo
Miles de aldeanos tailandeses vestidos con coloridos trajes, enormes máscaras y esgrimiendo espadas fálicas participan en una celebración que mezcla budismo y animismo en una recóndita localidad del norte del país. El Phi Ta Khon, conocido como el festival de los fantasmas, es una celebración anual que se realiza durante el sexto mes lunar en Dan Sai, una pequeña localidad en la provincia de Loei, en el norte de Tailandia.
En este festival que aúna el budismo con el animismo, se realizan numerosas celebraciones en la pequeña población a la que asisten miles de personas, no solamente locales, sino de otras partes de Tailandia y extranjeros.
Desde niños que apenas han aprendido a andar, pasando por escolares de la localidad y de la provincia, hasta ancianos aldeanos con sus trajes de cosecha, el Phi Ta Khon reunió el pasado fin de semana una ecléctica concurrencia que no deja indiferente a nadie, tanto por su diversidad como por su colorido.
Los lugareños, que principalmente viven de la agricultura, bailan al son de la música disfrazados de fantasmas o phi ta khon. Otros simplemente llevan tradicionales vestimentas locales o van semidesnudos y cubiertos de barro celebrando el comienzo de las lluvias y por tanto de la fertilidad.
Las enormes y vistosas máscaras están hechas de troncos de árboles de coco tallado, rematadas con las mismas cestas de mimbre que utilizan para cocinar arroz glutinoso, muy común en la gastronomía de la zona.
Los aldeanos también llevan unas campanillas en el trasero con las que producen sonidos al moverse en una especie de danza de la lluvia. Algunos de ellos se disfrazan de phi ta khon gigantes, con estructuras hechas con hilos de metal y telas con un tamaño dos o tres veces mayor que una persona. Estos gigantes exhiben grandes órganos sexuales masculinos y femeninos con la intención de burlarse y bromear con la multitud.
APLAUSOS. Entre la muchedumbre, justo antes del comienzo del desfile, se producen carreras de estos gigantes ante los espectadores, que les jalean con vítores y aplausos. El festival Phi Ta Khon se divide en varias celebraciones a lo largo de los tres días de duración: en el primero se disfrazan de monstruos, en el segundo danzan y apagan las antorchas para marcar el final de la procesión y, el último día, los lugareños se reúnen en el templo Wat Ponchai para oír el mensaje de Buda recitado por los monjes.
En la sociedad agrícola, los órganos sexuales son símbolo de fertilidad y los aldeanos creen que jugando con los órganos simbólicos atraen la lluvia para la cosecha.