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Dudan de la solidaridad de estrellas de Hollywood

Las imágenes son poderosas. Angelina Jolie con una niña en brazos a su paso por el Congo o Sean Penn cargando un saco de víveres en sus hombros con tal de ayudar a los supervivientes del terremoto que asoló Haití.

Sin embargo, un cooperante implicado en numerosas labores humanitarias describió esta semana en la prensa británica la otra realidad que acompaña a las estrellas de Hollywood en los conflictos internacionales. El tiempo perdido buscando una gorra con el logotipo de la ONU para la foto o preguntando al séquito de una actriz cuál era su talla para poderle dar una camiseta que se le ajustara a sus curvas. O cediendo la única tienda de campaña con aire acondicionado en el sofocante calor de Haití para ofrecerle un refrigerio al invitado estrella.

Muchas de estas historias llegan sin nombre, protegidas por el anonimato de quien las cuenta, que tampoco revela su identidad. Otras, como la tienda de campaña con aire acondicionado, tienen nombre y apellidos, los de Christina Aguilera. El cooperante, que se describe como un trabajador en labores humanitarias, no hace un análisis económico de lo que las estrellas aportan o traen con su visita, o de lo que ésta cuesta. Pero subraya las ironías de tener que buscar “agua mineral europea embotellada” para una actriz británica o una Coca-Cola bien fría para otro actor a quien cedió su nevera portátil. Penn también aparece en la lista de los criticados por dejar que su furia se apropiara de él cuando amenazó a los presentes en un mitin de la ONU de criticarles en televisión a menos que hicieran lo que él quería.

Excepción. No todo es negativo. Incluso tras las críticas, el cooperante subraya el respeto ganado por el protagonista de Mystic River por su trabajo en Haití una vez que se “calmó y aprendió su trabajo”. Lo mismo dice de Jolie, “alguien que enmudeció a los expertos” y le impresionó cada vez que coincidieron en Haití, Jordania y Sri Lanka. Jolie citó su trabajo “político y humanitario” como la prioridad de su carrera, con más de 40 visitas a campos de refugiados en todo el mundo y como recordó entonces Arminka Helic, enviada especial de La Haya en Bosnia, la actriz y realizadora tiene una capacidad inusual a la hora de entender las consecuencias de la guerra. “La guerra, las crisis humanitarias, las situaciones extremas, sacan lo mejor y lo peor de nosotros”, dijo entonces Clooney, conocido por saltarse el protocolo con tal de acercarse a los más necesitados.

También hay de las que delante de un campo de supervivientes de un tsunami se puso a contarles cómo había interpretado en el cine una escena en la que estaba a punto de ahogarse.