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‘Star Wars’ de Wilco: el placer de retornar a casa

El primer álbum de Wilco en cuatro años llega con un golpe de frescura que no se sentía en anteriores trabajos hace por lo menos unos diez años. El sonido de Star Wars (ninguna relación con las películas) nos acerca a esa comodidad y soltura que emanaba de los primeros discos de esta banda.

A estas alturas de su carrera, Wilco constituye un referente del buen gusto por su destreza para maridar géneros dispares con total desenfado. Actitud que deriva de una puesta en escena vibrante alrededor de una estética que evoca a la prototípica banda de bar que, pese a las apariencias, esconde celosamente un cuidadoso y quirúrgico trabajo melódico.

La discreción con la que se manejo este disco es una más de las características que Wilco decidió quebrar. De igual manera, el hecho de que el álbum está disponible para descarga gratuita sirven de testaferro de la identidad independiente que ha sido el halo de esta banda y que, abrazando los tiempos actuales, no podía escapar de aquel par de señales del discurso Indie mundial.

En esencia el rock and roll involucra la energía que fluye entre un grupo de gente divirtiéndose con sus instrumentos en alguna recóndita habitación en cualquier parte del mundo. Bien lo decía Leda Valladares (folklorista argentina): “El rock tiene raíz en ese grito primal que es inherente al instinto humano” y en ese sentido remite a emociones en estado primario en oposición a otros ritmos y géneros musicales que parten de sensibilidades diferentes.

A través de 11 canciones, Wilco escapa su obsesiva artesanía para entregarnos canciones distendidas en un ambiente divertido que evoca esos mixtapes que las bandas colegiales y universitarias graban en sesiones de sótano, solo que en esta ocasión la banda destila calidad, el compositor es Jeff Tweedy y el encargado de la grabación tiene gran trayectoria.

Musicalmente el álbum gravita entre tensiones tan dispares como el sonido T-Rex en Random Name Generator, el confitado punk de sótano de Pickled Ginger, el apoteósico e infaltable toque Beatles “a la” Abbey Road  de More… o la emotiva tristeza de Magnetized.

Un álbum que suena como si la banda hubiese regresado a casa, canciones construidas con soltura y distensión. Letras llenas de poesía e historias de carretera, calle y bar. Enseñanzas envueltas en sonidos eléctricos, una radiografía apropiada para el excelente momento que Tweedy y los Wilco atraviesan.