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Tecnología ‘underground’, la otra cara de la sociedad desconectada

Un improvisado e informal mercado de tecnología underground se ha abierto paso en Cuba, mostrando la otra cara de uno de los países con menor acceso a internet en el mundo y visto en la actualidad como un terreno promisorio por las compañías.

Aplicaciones para sistemas operativos Android y Apple, soluciones informáticas y sitios de anuncios clasificados son algunos de los ejemplos de esa oferta que ha crecido al margen de las regulaciones estatales y en la que destaca particularmente un sistema de distribución offline de contenidos televisivos extranjeros, entre otros productos, conocido como “El Paquete”.

Se trata de una colección digital donde semanalmente se puede encontrar nuevos capítulos de series norteamericanas y europeas, telenovelas, libros, revistas, apps, películas y hasta anuncios publicitarios de negocios privados, a precios que oscilan entre los $us 2 y 10 dependiendo del día de la semana.

De gran popularidad entre los habitantes de la isla, “El Paquete” se ha convertido en imprescindible en muchos hogares cubanos y en alternativa a los contenidos de la televisión estatal.  Uno de sus creadores, Elio Héctor López, dijo que no ha tenido “ningún problema legal” y aseguró que muchos se le han acercado, incluso “funcionarios del Ministerio de Cultura y la Televisión Cubana”, para conocer sobre su trabajo.

Citado por la revista Forbes como uno de los “revolucionarios” en el incipiente ámbito tecnológico cubano, López advierte que “El Paquete” es un “eslabón principal” en este movimiento porque permite la distribución de productos que de otra manera no tendrían “ese papel tan importante que tienen en la vida del cubano”.

A través de esta vía alternativa llegan semanalmente aplicaciones como la guía nacional “Isladentro”; la versión offline de “Revolico”, un sitio de anuncios clasificados; o la premiada plataforma “Alamesa”, líder en la distribución de información sobre restaurantes y cultura culinaria en Cuba.

Distribuidas gratuitamente estas aplicaciones comenzaron a aflorar con mayor intensidad desde que en 2010 el Estado cubano amplió la iniciativa privada y comenzó el auge de sectores como la gastronomía.  Con el deshielo entre Cuba y EEUU y frente a la avalancha de negocios e inversiones extranjeras, las opiniones de esta comunidad tecnológica underground se dividen entre el escepticismo, la cautela y la esperanza. Aunque todos coinciden en que “Cuba está lista desde hace 10 años para internet”.