Icono del sitio La Razón

Hallan fósil de jabalí en el centro de Sucre

En Sucre se encontró un jabalí o chancho silvestre que habitó en esta zona hace 12.000 años. Lo que llama la atención de los investigadores es que este hallazgo se produjo en una casa del centro de la ciudad.

El sábado 5 de septiembre, el paleontólogo Omar Medina recibió una fotografía a través del servicio de mensajería WhatsApp en su teléfono. Era de un estudiante de arquitectura, Marco Fonseca, que le comentaba la existencia de supuestos fragmentos de huesos fósiles en la construcción de una vivienda perteneciente a la familia Ordóñez, ubicada a seis cuadras de la plaza 25 de Mayo y a dos del parque Simón Bolívar.

A raíz de esa imagen, inmediatamente Medina y su equipo se dirigieron al inmueble que se encuentra en etapa de construcción y se logró rescatar de los escombros una parte de una mandíbula de un pecarí, parecido a un chancho silvestre o jabalí.

La pieza fue sometida a un estudio preliminar y se realizaron tomas fotográficas con escala, las que fueron enviadas a los paleontólogos Daniel Perea (Uruguay), Fernando Novas y Federico Agnolin (Argentina) y Mario Suárez Riglos, Bernardino Mamani, Ricardo Céspedes y Omar Medina (Bolivia). Todos certificaron que se trata del fragmento mandibular de un pecarí (Familia Tayassuidae).

La pieza mide unos seis centímetros y se aprecian dos molares con cúspides y cíngulos bien definidos. Los paleontólogos extranjeros y nacionales coincidieron en que este animal pertenece al Pleistoceno que vivió hace 12.000 años. Esta edad fue determinada con base en los sedimentos encontrados en la vivienda y que está compuesta por conglomerados como la grava, arena, limo y arcilla, además por encima de ello una franja de toba (ceniza volcánica).

Medina señaló que el pecarí era muy parecido a los actuales cerdos, con un hocico que terminaba en una punta cartilaginosa y con ojos pequeños con relación al tamaño de su cabeza. Medían entre 90 y 130 centímetros de largo con un peso aproximado de 40 kilogramos. Al igual que los cerdos, solamente usaban los dos dedos centrales de sus patas delanteras para caminar.  Este animal tenía por costumbre realizar sus actividades en la noche y por su carácter social formaban rebaños.

Medina hizo referencia a una investigación del paleontólogo argentino Carlos Rusconi, quien en 1930 describió los restos fósiles de una antigua especie de pecarí del Pleistoceno (periodo geológico que terminó hace unos 10.000 años) y le dio a esa especie el nombre de Catagonus Wagneri. A pesar de que estos animales se creían extinguidos, en los años 70, Rusconi los observó en la zona del Chaco chuquisaqueño.