Matan a Yongki, un elefante amado en Indonesia
Indignación. Cazadores furtivos cortaron los colmillos al paquidermo
No era un elefante cualquiera, Yongki era lo más parecido a un héroe en Indonesia. Apareció muerto y despojado de sus colmillos. Su deceso causa indignación entre los amantes de la naturaleza.
Pesaba unas tres toneladas y se pasaba los días acompañando a los mahouts, cuidadores de elefantes, muy afectados por su muerte. “Estamos en duelo por la muerte de un elefante que nos ayudaba a resolver conflictos y ayudaba a los guardabosques a proteger el bosque”, contó a AFP Nazaruddin, uno de los protectores.
El paquidermo estaba domesticado y participaba en patrullas para reducir las tensiones con sus congéneres salvajes y evitar que éstos arrasaran los pueblos de la zona, indica la agencia francesa. También contribuía a la lucha contra la tala ilegal de árboles.
Lo que indigna es la forma cómo murió Yongki. Su cuerpo fue hallado cerca del campamento donde vivía, en el oeste de la isla de Sumatra. Sus colmillos, de aproximadamente un metro, fueron cortados en trozos. “No existe ningún rastro de herida de bala, pero su lengua estaba azul, lo que según las autoridades del parque es signo de que Yongki fue envenenado. De esa forma, sus asesinos ganaban tiempo con los guardias, ya que éstos no acudirían al lugar donde yacía el elefante, advertidos por los buitres, que rechazarían la carne del animal”, reseña El País.
Tras la difusión de las fotos del cuerpo sin vida del elefante, hubo reacciones de enojo y se creó el hashtag #RIPYongki (“Descansa en paz, Yongki”).
Se calcula que solo quedan unos 3.000 de estos elefantes en libertad, bajo la amenaza constante de los cazadores furtivos que les matan y venden sus colmillos para usarlos en la medicina tradicional china, indica AFP. El paquidermo murió en plena adultez (aproximadamente 35 años), estos animales viven entre cinco y siete décadas.