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Bronco encantó a su público en La Paz, que cantó y bailó

Un show diverso de más de cuatro horas consiguió abarrotar anoche la Curva Sur del estadio Hernando Siles de La Paz. El grupo mexicano Bronco, el Gigante de América, animó con música al público que, agradecido, coreó y bailó sus temas.

Desde las 11.00 hubo gente haciendo fila para poder entrar al concierto en las puertas del campo deportivo. Por la tarde, quienes esperaban se mostraban muy entusiasmados por el show.

Si bien a las 18.00 se abrieron las puertas, el concierto empezó a las 20.45 con el ingreso de los imitadores del programa de Tv Yo me llamo. Los emuladores de Alicia Villarreal, Pedro Fernández y Selena presentaron un show lleno de canciones conocidas.

Los sectores VIP y Gold fueron los primeros en desbordarse, mientras las graderías se iban llenando poco a poco. A las 22.30, volvieron a subir los ánimos: ingresó a escena la artista argentina Ángela Leyva, quien regaló a su público éxitos como Cobarde, Amiga traidora, Qué voy a hacer si tú te vas, entre otros. El público no fue indiferente: bailó y cantó con ella.

Con las graderías casi llenas, cerca de las 23.30 se empezó a escuchar la canción Que no quede huella del grupo más esperado de la noche, Bronco. Los integrantes vestían trajes verdes y sombreros negros y ni bien subieron al escenario, la gente gritó, se paró y aplaudió, lista para cantar y bailar.

“Gracias por cantar nuestras canciones. Parece que el concierto viene de allá, del público de La Paz, Bolivia”, gritó Guadalupe Esparza, líder y vocalista del grupo.

Fue así que empezaron a sonar canciones como Nayla, Pastillas de amnesia, Que no quede huella, Con zapatos de tacón, entre muchos otros del recuerdo. Cada tema que Guadalupe Esparza interpretaba se lo dedicaba a La Paz y a sus mujeres.

Casi al finalizar el show, los hijos de Esparza, René y José, bajaron del escenario hacia las graderías para cantar e interactuar con la gente. Tiempo después, lo hizo su padre, ante los gritos eufóricos del emocionado público. El show del Gigante de América duró aproximadamente dos horas, en un emotivo recorrido por sus grandes éxitos.