Eduardo Calla lleva su obra a España y Argentina
Teatro. Su texto ‘Mátame por favor’ se presentó en Barcelona y codirigió una pieza en Argentina
Las redes internacionales entre teatristas y las nuevas tecnologías ayudaron, explica el director y dramaturgo Eduardo Calla, a que su obra se difunda: se hizo una lectura dramatizada de Mátame por favor en España y codirigió una obra en Argentina.
La agenda del teatrista paceño estuvo agitada: tras terminar las presentaciones en tres ciudades de Bolivia del megaproyecto Gula —con las actuaciones principales de David Mondacca, Patricia García y Cristian Mercado— partió a Argentina para codirigir una obra como parte del proyecto Panorama Sur, que hiló una propuesta en el Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires (FIBA 2015).
De ahí, vía Skype, pudo presenciar la lectura dramatizada de su obra Mátame por favor, dirigida e interpretada por artistas españoles dentro de la III Muestra de Dramaturgia Iberoamericana en Red de Barcelona, España.
“Esta última ha sido una experiencia muy interesante. Tengo ya integradas las actuaciones de Patricia García y Cristian Mercado con el texto, por eso fue interesante escucharlo en otras voces. Desde la dirección optaron por respetar el lenguaje tal cual está en el texto”, explicó Calla en un contacto desde El Salvador, donde actualmente se encuentra.
La lectura escenificada fue el 21 de octubre, dirigida por Iñaki Garz en el espacio Atic22/Tantarantana. Los asistentes pudieron conversar con el dramaturgo vía Skype. A Calla le pareció un reto interesante para el director español, pues se trató de proponer una lectura de una obra que, paradójicamente, es bastante física.
A esta lectura, Calla asistió después de una serie de funciones con entradas agotadas en el FIBA 2015 con Las noches vencidas.
Panorama Sur es una plataforma guiada por los argentinos Alejandro Tantanian y Cynthia Edul, quienes reciben a artistas de varias partes del mundo para compartir experiencias y herramientas. “Hace unos dos años que se pudo concretar que Panorama Sur también se haga en Bolivia; se hicieron ya dos ediciones y evidentemente el intercambio y el movimiento llevó a la creación de este espectáculo producido por ellos en coproducción con el FIBA.
Obviamente marcar Panorama Sur con la institución del FIBA y estrenar una obra en este contexto tiene mucha relevancia en mi trabajo”, expone Calla.
Las noche vencidas está escrita por nueve autores de diferentes nacionalidades —bajo la coordinación de Edul y Tantanian— y dirigida por Agostina López (argentina), Fernando Ocampo (mexicano radicado en Chile) y Calla.
“Con ambos directores hemos trabajado desde marzo, todo vía Skype, en la concepción de la puesta, en el trabajo del montaje. La producción propiamente dicha que empezó el 20 de agosto en Buenos Aries y el estreno fue el primero de octubre en San Martín, que es uno de los 30 principales complejos teatrales en Buenos Aires. Fue una experiencia muy particular, una nueva forma de empezar a encarar el teatro con fronteras mucho más permeables; creo que es una consecuencia de lo que Panorama Sur planteó como espíritu desde hace ya cinco años”, agrega el boliviano.
“No nos conocíamos entre nosotros. Todo partió justamente del desconocimiento, de no habernos visto las caras ni haber explorado el trabajo artístico de cada uno”, explicó la argentina Agostina López en www.diariopublicable.com.
Este trabajo con múltiples textos y miradas superpuestas tiene referente también en Calla, que hace dos años propuso Excepciones, 12 del amor. “Va muy en combinación con lo que vengo haciendo en los últimos años. Ya el trabajo con Excepciones fue un paso similar, hemos trabajado en red de colaboración entre 12 autores, 13 actores y actrices, y ya estaba el planteamiento de salir de una burbuja en un espacio 100% personal con mi equipo para poder empezar a crear dialogando”.
Estas experiencias han sido enriquecedoras para el autor. “Es increíble el hecho, por ejemplo, de entrar en diálogo con otros dos directores para crear un solo espectáculo, porque no es como en Excepciones, que eran 12 piezas que ensamblábamos; sino que hemos hecho un espectáculo juntos con dos directores que no nos conocíamos antes. Ahí entra en juego todo: tu artillería de conocimientos, tu personalidad, tus problemas de ego… tienes que dialogar limpiamente con otros dos artistas en la creación, además de tratar con diseñadores de primer nivel en temas de vestuario, la iluminación… es una escuela en sí misma que te cambia la perspectiva, aprendes otras formas de dirigir, de pensar, de entender”.
Estos últimos dos años de experiencias exitosas y cada vez más exigentes han movido los esquemas del director. “Sí, ha cambiado mi forma de pensar el teatro; no creo que cambie mi palabra autoral, pero sí me interesa mucho ahora volver a hacer una obra mía después de estos procesos. He aprendido mucho, desde temas artísticos hasta temas técnicos. El ver desde temas de montaje hasta iluminación te abren los ojos, te hacen pensar diferente”.