El Diablo de Oro reunirá a los cineastas bolivianos en Oruro
Festival. El séptimo arte estará de fiesta del 3 al 7 de noviembre en la ciudad de Pagador.
“El pueblo orureño se ha dado cuenta de lo importante que es tener un festival de cine y está entregando todo”, cuenta Juan Pablo Ávila, organizador del Diablo de Oro, evento que comienza el martes 3 y que congregará al cine nacional.
Norte estrecho (Omar Villarroel), Olvidados (Carlos Bolado), El olor de tu ausencia (Eddy Vázquez), Olalla (Amy Hesketh), Procastinación (Sergio Pinedo), El cuarto (Juan Pablo Milán) e Ivy Maraey (Juan Carlos Valdivia) son los siete filmes bolivianos que competirán en el Festival Internacional de Cine de Oruro (FICO 2015).
Y es que si bien hay una muestra iberoamericana con cortometrajes y otra con los trabajos del realizador alemán Werner Herzog, que este año visitó el país, el cine nacional es el platillo principal en la oferta del festival que estará hasta el 7 de noviembre. Como muestra, llegan a la ciudad de Pagador 30 invitados de La Paz, 10 de Cochabamba y 10 de Santa Cruz.
“Las instituciones en Oruro están muy entusiasmadas y han tomado consciencia de lo que significa este evento, es un privilegio para la ciudad y un reflejo de la cultura que tienen sus habitantes”, cuenta Ávila, quien creó tanto el festival como el premio en 2005.
La primera versión del galardón tuvo mucho éxito. “Fue una experiencia maravillosa el comprobar que había mucha sed en Oruro de ver películas bolivianas, la asistencia fue masiva y tuvimos a las jóvenes promesas del cine boliviano”.
La segunda versión fue más grande aún y rebasó las expectativas, pero para la tercera todo cambió. “Me pidieron renunciar, pues habíamos compartido la organización con la Universidad Técnica de Oruro (UTO) y el docente de la carrera de Comunicación no estaba de acuerdo con que yo organice, me pidió que renuncie y así lo hice. Al año siguiente anunciaron el Diablo de Oro en Cochabamba. Ese fue el último año”, recuerda.
Sin embargo, la semilla estaba sembrada y solo fue cuestión de tiempo para que este evento consiga nuevos aliados y regrese. “El festival tenía que volver a Oruro. Fue arriesgado, implicó ir y convocar a nuevas personas. Por suerte el festival ya tuvo frutos: una escuela de cine, con gente que ahora está trabajando en el sector, y una publicación —Plano detalle del cine boliviano— que Carlos de Mesa considera de ‘lectura imprescindible’ para entender el cine boliviano. Tenemos la publicación en inglés y en español”, remarca el gestor.
Es así que este año la producción recayó en Cecilia Matienzo, quien ha logrado articular a diferentes instituciones para este fin. “Las autoridades de Oruro han mostrado todo su interés: Están aportando instituciones como la Gobernación, la Cámara Junior, el Rotary Club y la Universidad Técnica de Oruro, que volvió a unirse al proyecto, esta vez con las cosas claras”.
Aparte de la selección de filmes bolivianos para el premio Diablo de Oro, está la Muestra Iberoamericana de cortometrajes. “Son más de 500 trabajos los que han llegado desde distintos países gracias a la difusión de las redes sociales”.
La parte académica es una de las más importantes, con cuatro días dedicados a la formación a través de conferencias. “Si no vamos a influenciar en la gente que estudia Comunicación o Audiovisuales, no vamos a crear un público cautivo. Por eso tendremos a los directores Tonchy Antezana, Eddy Vásquez, Jorge Sanjinés y Yecid Benavides, a la productora Viviana Saaveedra, a la gestora cultural Iris Mirabal y al crítico Sergio Zapata, entre otros. “Será un gran festival, los sueños se cumplen”, dice Ávila.
Personalidades recibirán homenajes en el festival
Miguel Vargas
El primer homenajeado en la historia del Festival de Cine de Oruro Diablo de Oro en 2005 fue el comunicólogo Luis Ramiro Beltrán, reconociéndose su rol de guionista. Este año, en el que el ilustre personaje ha fallecido, su nombre bautiza al Premio Nacional de Guion, que ha convocado a los realizadores bolivianos.
“Hemos recibido 40 guiones en esta oportunidad”, cuenta Juan Pablo Ávila, organizador del festival. “Estamos muy felices porque vamos a poder hacer que uno de estos ganadores tenga asesoría en guion, cuente con cámara, posproducción. Una isla donde editar… vamos a poder fomentar de verdad al cine boliviano”.
También se hará homenajes a otras personalidades, como Viviana Saavedra, directora del Bolivia Lab, evento que firmará un acuerdo con el festival para poder ofrecer plazas a estudiantes orureños.
El director de la escuela de Cine y Artes Audiovisuales de La Paz (ECA), Gustavo Portocarrero, también será laureado. La ECA además ofrecerá intercambio de docentes con Oruro. Además se rendirá honores al director Tonchy Antezana, al documentalista Mariano Baptista y a la Fundación Cinemateca Boliviana, cuya directora es Mela Márquez.