Icono del sitio La Razón

‘Delirium’: Ellie Goulding busca su sonido pop

Si la memoria no me traiciona, todo comienza con el fantástico Led Zeppelin III como paradigma a partir del cual se asume decisivo el tercer álbum en la carrera de cualquier artista o banda. Son incontables los ejemplos que confirman este mito. Otros logran cuajar lo que sería su tercer hito hacia el cuarto o el quinto y algunos, nunca.

Delirium es el nombre del tercer trabajo de estudio de Ellie Goulding, una vocalista británica que los últimos años ha llegado a formar parte de un selecto grupo de artistas singulares en cuanto a sonido y enfoque musical. Aclamada por la crítica y aun gravitando en el underground mundial del EDM (Electronic Dance Music), Goulding (y todo su equipo) buscan claramente un sólido golpe de timón con este nuevo álbum.

En Halcyon, su anterior álbum, Tinie Tempah, Jim Elliot y Calvin Harris fueron parte del equipo de productores y letristas que garantizaron un sólido y contundente trabajo que ostenta exquisitos pasajes EDM. En contraste, Delirium viene respaldado por un equipo de especialistas en “éxitos”, nombres como Ryan Tedder y Max Martin (1989, Taylor Swift) respaldan un viraje hacia el pop desde cualquier punto de la galaxia musical.

El resultado del esfuerzo combinado se traduce en 22 canciones en las que la característica voz de Goulding conduce el desarrollo de cada tema con diferentes declinaciones que logran revelar el potencial oculto de sus destrezas. Las trazas de los arreglos electrónicos de Halcyon se encuentran presentes, sin embargo han sido cuidadosamente arregladas hacia una sensibilidad pop. Este artificio logra un resultado lleno de texturas y cortes que denuncian una estructura AABA obsoleta y favoreciendo, por oposición, el juego dinámico de cada canción.

Keep on Dancing y Something in The Way you Move sirven de puente con el anterior trabajo y base para configurar nuevos sonidos que llegan en canciones como On My Mind y Around You. En ese camino, posiblemente Devotion y Don’t Need Nobody representan las composiciones más ambiciosas, en tanto condensan bastantes vertientes musicales en algo menos de cuatro minutos. Holding On For Life corona esta creciente ambición y prolijidad pop para ofrecer un catalogo de lo que es el pop hoy en  2015. Un exquisito trabajo de planos, arreglos y melodías se van construyendo en capas con la única intención de alejarse del sonido plano que por mucho tiempo fue el estigma de este género musical.