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Marihuana en alcohol, un remedio prohibido

“Le tengo mucha fe, de verdad”, dice una mujer mientras unta sus piernas con un alcohol en el que maceró marihuana, remedio casero herencia de las abuelas que sobrevive en México burlando la prohibición, aunque se debate la despenalización de la hierba.

Esta moderna abuela de 53 años, de figura estilizada resultado de su afición al baile, con tres hijos y tres nietos, relata bajo anonimato que desde niña conoció la marihuana en alcohol pues en su casa la utilizaban para distintos dolores.

“Cuando estoy muy cansada me lo unto (el alcohol) en las piernas, los pies, en el cuerpo, es buenísima. Me puede faltar la sal, pero la marihuana con alcohol no. Mi abuela siempre acostumbraba usarla”, relata esta ama de casa.

La tradición la sigue con hijos y nietos. Por ejemplo, coloca un algodón empapado en alcohol en el ombligo de los pequeños para bajar la temperatura o se los unta en pecho y espalda cuando tienen congestionadas las vías respiratorias.

México bulle en torno al debate sobre la despenalización de la marihuana desde que en noviembre, en un fallo inédito, la Suprema Corte autorizara a cuatro personas cultivar y consumir la hierba con fines recreativos.

Semanas antes, tras una batalla legal y una campaña mediática, los padres de Grace, niña de ocho años con un grave tipo de epilepsia, consiguieron autorización para importar un medicamento a base de cannabis.

Pero lo cierto es que desde hace décadas muchos hogares mexicanos tienen, oculto en el armario, un misterioso frasco considerado el “remedio mágico” de las abuelas: cogotes de marihuana macerados en alcohol que pueden durar meses o años. Basta rellenar el líquido a medida que se consume.

La marihuana “macerada en alcohol es el uso tradicional para los reumas, dolores articulares y musculares. Es una medicina de abolengo, heredada de generación en generación y los jóvenes saben que sus abuelas o sus madres la usan”, señala el médico Humberto Rocca, especialista en adicciones y herbolaria.

En otras formas, como seca o en pasta, se usa en tés para aliviar náuseas, relajar e inducir el sueño; además de fumada para combatir la náusea, principalmente en pacientes enfermos de cáncer.

Jorge Hernández Tinajero, de la Asociación Mexicana de Estudios de Cannabis y de los veteranos activistas por la despenalización, explica que los españoles la trajeron como cáñamo, pero los indígenas la incorporaron de manera ceremonial y medicinal.

“Desde el siglo XVI la marihuana comenzó a utilizarse de diferentes formas, como en experiencias rituales guiadas por chamanes, una tradición que persiste actualmente en algunos pueblos” indígenas, explica.

En el Senado, el oficialista Partido Revolucionario Institucional presentó una iniciativa para importar medicamentos a base de marihuana, pero manteniendo la prohibición sobre la producción en México, azotado por una ola de violencia ligada al narcotráfico.