David Bowie, leyenda del rock británico, murió de cáncer el domingo a los 69 años de edad, dos días después de la salida de su 25º álbum, tras una carrera excepcional que inspiró a varias generaciones de músicos, lo que conmovió al mundo y ya dio lugar a numerosos homenajes.

«David Bowie murió en paz hoy rodeado de su familia al término de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer», indicó un mensaje fechado el domingo y difundido este lunes en sus cuentas de Twitter y Facebook.

«Compungido y triste puedo decirles que es verdad. Me desconectaré por un momento. Los quiero a todos», confirmó en Twitter su hijo Duncan Jones, quien colgó una fotografía en blanco y negro de cuando él era bebé, en hombros de su padre.

El anuncio sorprendió al mundo entero, puesto que Bowie, personaje de «las mil caras», no sólo logró que su enfermedad no saliera a la luz, sino que además publicó el viernes, día de su 69º aniversario, su último álbum, «Blackstar».

En este trabajo, el artista camaleónico, que vendió 140 millones de álbums según estimaciones, demostró que seguía dispuesto a sorprender, introduciendo en él aires de jazz.

No es un álbum testamento sino lanzado «hacia el futuro, de alguien que se volvió maestro de su propio destino, a la vez experimental y pop, lejos del reposo del guerrero (…) el más audaz en treinta años», dijo a la AFP Jean-Daniel Beauvallet, redactor en jefe de la revista ‘Les Inrockuptibles’, instalado en Brighton.

En el sitio de streaming Spotify, la demanda de sus canciones se multiplicaron por 2.700. Los más solicitados: «Under Pressure», «Space Oddity», «Life on Mars», «Heroes» y «Let’s Dance».

Influencia mundial

Su muerte suscitó una lluvia de reacciones y homenajes en todo el mundo y en sólo cuatro horas, su nombre generó más de tres millones de tuits.

«Adiós David Bowie. Ahora estás entre #Héroes. Gracias por haber ayudado a hacer caer el muro», escribió el ministerio alemán de Relaciones Exteriores en su cuenta de Twitter.

«Héroes», un himno de la Guerra Fría, fue escrita por Bowie cuando vivía en Berlín a fines de los años 1970, para huir de su gloria y superar su dependencia a las drogas.

El exbeatle Paul McCartney dijo: «David era una gran estrella y valoro los momentos que pasamos juntos. Su música tuvo un rol decisivo en la historia de la música británica y me siento orgulloso al pensar en la enorme influencia que tuvo en la gente en todo el mundo».

Los Rolling Stones lo calificaron de «artista extraordinario y único» e Iggy Pop, que colaboró con Bowie durante su periodo berlinés, señaló que su amistad fue «la luz» de su vida. «Nunca conocí a nadie tan brillante. Era el mejor», dijo el cantante británico.

Madonna afirmó estar «devastada» y el rapero Kanye West aseguró que el artista fue una de sus «principales fuentes de inspiración».

El primer ministro británico David Cameron por su parte destacó: «crecí escuchando y viendo al genio del pop David Bowie. Sabía reinventarse mejor que nadie, siempre lo hacía bien. Una enorme pérdida».

Inclusive, el Vaticano le rindió homenaje en esta jornada, destacando su «rigor artístico» y sus composiciones que «jamás aburren».

Iman, extop model de origen somalí, su segunda esposa (matrimonio en 1992), con la que tuvo una hija, Alexandria, actualmente de 15 años, había publicado varios mensajes, retrospectivamente sangrientos.

«A veces no se conoce el valor de un momento hasta que se convierte en un recuerdo», escribió el sábado.

Y, ante la que fuera su casa natal en Brixton, un barrio popular del sur de Londres, nuchos de sus ‘fans’ cantaron y bailaron en homenaje a su ídolo, y al igual que en donde viviera en Nueva York y Berlín fueron depositadas flores y esquelas y se encendieron velas ante un fresco del artista.

Gente anónima comenzó a desfilar en el lugar tras el anuncio de su muerte. Pero, ya de noche, con fondo de guitarra, los presentes cantaron y bailaron en particular con «Space Oddity». Más de mil fans, entre la alegría y la tristeza, bailaron al son de y corearon sus mayores éxitos.

«‘Blackstar’, un regalo de adiós»

David Robert Jones nació el 8 de enero de 1947 en el seno de una familia modesta. Abandonó el colegio en la adolescencia y saltó a la fama en 1969 con «Space Oddity», una mítica balada sobre la historia de Major Tom, un astronauta que se pierde en el espacio.

A partir de entonces, multiplicó sus álbumes, cambió su música, encarnó diferentes personajes, convirtiéndose en el hombre de las mil caras, gracias a su formación como mimo, su gusto por los disfraces y la moda o su afición al teatro japonés kabuki. También participó en muchas películas.

No dejó de grabar discos y realizar giras hasta inicios de los años 2000, pero un problema cardíaco sufrido sobre el escenario durante un festival alemán en junio de 2004 puso fin a esta época tan fructífera.

Obligado a un largo reposo durante casi una década, sus apariciones fueron escasas, pero los últimos años volvieron a ser prolíficos.  Genéricos para series, comedia musical, algunas apariciones como en un anterior álbum, «The Arcade Fire», devolvieron al primer plano a quien dictaba la moda en los años 1970.

Después de «The Next Day», grabado en 2013, su 25º y último álbum lleva como símbolo una misteriosa estrella negra. «Su muerte se parece a su vida: una obra de arte», comentó su productor desde larga data, Tony Visconti. «Creó Blackstar para nosotros, un regalo de adiós».

Este lunes fue anunciado un concierto de homenaje a Bowie para el 31 de marzo en el Carnegie Hall de Nueva York.