Erykah Badu y la suite telefónica de ‘But You Caint Use My Phone’
La artista triple platino Erykah Badu destacó desde el inicio de su carrera, no solo por el particular timbre de su voz sino también por la sensibilidad musical que enriquece cada uno de sus álbumes. La habilidad para amalgamar todas las expresiones contemporáneas que descienden del R&B de los años 1950, le ha granjeado el aplauso de la crítica especializada, que la sitúa entre las mas sólidas propuestas de neo-soul de los últimos 20 años.
El éxito de esta artista no se basa en la creación de hits radiales. Erykah apela a un selecto público que sigue muy de cerca las propuestas musicales que transitan entre jazz y soul con un toque contemporáneo, producto del innegable impacto de la cultura hip hop. Por otra parte, su labor como activista lleva su música y su trabajo a un plano en el que entretenimiento, cultura y compromiso social van de la mano constantemente. Esa la razón que explica algunas de sus letras y sobre todo, la distancia entre cada álbum.
But You Caint Use My Phone no es parte de la discografía oficial de estudio y se presenta como un mixtape, una colección de ideas y tomas experimentales que podrían evolucionar o no en un álbum conciso. En este caso particular, la composición del mixtape evoca la de una suite, es decir una pieza en varios movimientos alrededor de un motivo, sea éste musical o temático. En ese sentido, el punto de partida está en Hotline Bling, el éxito de Drake que en este trabajo pasa a denominarse Cel U Lar device y que adopta otro sentido desde el punto de vista vocal y temático, pasando por unas cuantas adiciones líricas que trastocan la intención original de Drake. A partir de esta reinterpretación se configuran una serie de canciones (11 en total) que abordan el concepto de “la relación” a través de la comunicación telefónica, al tiempo que se echa mano de varias otras canciones que tienen que ver con este concepto. Artistas y actos como New Edition, Usher, Andre 3000 e Isley Brothers obtienen cameos presenciales y sampleados para enriquecer y darle continuidad a la idea planteada por Badu.
Al tratarse de un mixtape alrededor de un concepto tan sólido, resulta difícil separar las canciones y encontrarles sentido, puesto que separadas pierden fuerza en tanto se presentan como una larga canción dividida en 11 movimientos. La obra íntegra resulta bastante dinámica con un inicio bastante contundente, un descenso de la fuerza hacia el medio y un golpe de energía hacia el final, una estructura muy básica que prueba eficiencia una vez más. Un álbum recomendable para los entendidos en el neo-soul, no necesariamente el trabajo correcto para comenzar a conocer a Erykah.